Esta semana ha saltado a la primera plana de la prensa mundial las declaraciones de Elon Musk en Alemania, donde indicaba que si alguien se ofrecía para fusionarse con Tesla, sería una opción que tendrán en cuenta. Algo que ha desencadenado un mar de rumores sobre quienes podrían ser los protagonistas de este histórico movimiento.
Las razones de este posible movimiento podrían ser el buscar un socio que les ayude en mejorar sus aspectos más débiles, capacidad de producción, red de distribución y servicios técnicos, así como con la calidad de los acabados. Por su parte, los americanos aportarían su enorme ventaja en apartados como sistemas de propulsión, y principalmente su software y valor de marca.
Pero la pregunta es quienes serían los grupos favoritos en caso de llegar a un acuerdo.
General Motors o Ford
Sin duda los otros fabricantes norteamericanos pueden ser los favoritos por cercanía y conocimiento mutuo. General Motors cuenta con una enorme experiencia en la producción de coches, y dispone de una gigantesca infraestructura de construcción con desarrollada en sus 112 años de historia. Cuenta también con un formato de grupo, donde la marca Tesla podría encajar sin mayores problemas.
Algo que podría extenderse en las mismas condiciones a Ford. Dos fabricantes que se han quedado bastante atrás en el apartado del coche eléctrico conectividad y la digitalización, que solucionarían de golpe fusionándose con Tesla.
El principal problema sería la estructura que precisamente ha evitado el progreso de los grandes fabricantes de Detroit. Una forma tradicional de ver el mercado que chocaría con el formato vertical y más dinámico de Tesla. Dos formas de ver las cosas diametralmente diferentes que solo podrían encajar con una gran renovación en los principales puestos directivos de los fabricantes tradicionales.
Renault-Nissan-Mitsubishi
Tal vez más sencilla sería la integración dentro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Un grupo algo más proclive a los avances, que podrían aportar su enorme experiencia y su capacidad de producción que les ha llevado en 2019 a producir más coches que los anteriores, con 10.3 millones de unidades.
A favor está la mayor inclinación hacia la electrificación del grupo, que ha sido uno de los pioneros del sector junto con la propia Tesla, pero que la pandemia ha afectado de forma muy intensa.
El problema en este caso sería la mala relación existente dentro de los propios socios, Renault y Nissan, después del caso Ghosn, que ha agrietado la confianza lo que podría ser un impedimento a la hora de tomar este tipo de decisiones. Algo que podría dar como resultado una separación amistosa, dando como resultado un grupo Renault-Tesla por un lado, y un Nissan-Mitsubishi por el otro.
BMW
Aunque no sea una marca que entre dentro de los planes de los analistas, BMW podría ser un aliado perfecto para Tesla. Comparte muchos aspectos, como su cliente objetivo, y aportaría unos elevados niveles de calidad en la fabricación, que en este caso al revés que los casos anteriores, se complementaría con la cada vez mayor capacidad de producción de Tesla.
Esto se podría añadir a la experiencia de ambos fabricantes en el desarrollo y fabricación de sistemas de propulsión extremadamente eficientes, que podrían aumentar incluso más sus capacidades sumando talentos.
A esta posibilidad se añadiría que una fusión o acuerdo entre Tesla y BMW podría traducirse en la apertura de la gran red de Supercargadores a los propietarios de BMW, lo que daría a la marca bávara una enorme ventaja competitiva frente a sus rivales, como Audi o Mercedes.
Por supuesto, todo son especulaciones y la buena marcha económica de Tesla, así como su extremada facilidad de recaudar el dinero necesario para su expansión, hacen que la fusión sea algo complicado. Pero como vemos, los beneficios para los americanos serían evidentes de llevarse adelante lo que podría suponer una sorpresa en esta dirección en los próximos meses.
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