Uno de los principales aspectos a tener en cuenta a un cliente que ha comprado un Tesla Model 3 antes de aceptar su entrega, es realizar una revisión del vehículo a la búsqueda de posibles fallos de producción. Algo que les puede evitar tener que regresar al centro técnico y llevarse a casa un coche defectuoso. Pero en su esfuerzo por lograr alcanzar los 500.000 coches entregados, Tesla parece que se ha saltado incluso las revisiones más superficiales para conseguir sus marcas.
Así lo denuncian varios clientes, que han indicado que el fabricante ha cambiado su política en determinados mercados donde el cliente no puede ver el coche sin haberlo aceptado antes. Algo que está dando como resultado unidades entregadas y aceptadas con graves defectos de construcción.
Uno de los últimos en denunciar esto ha sido el canal TechChris, donde relata como su unidad entregada en Hong Kong contaba con una larga lista de defectos de construcción.
Desde la puerta del pasajero delantero que no se cerraba porque el bastidor podría estar mal alineado, algo que indica, supondría que los espacios de las puertas y el marco no se podrían reparar. Algo que lleva hasta el extremo la habitual mala alineación de algunas juntas de los modelos de Tesla, principalmente los que salen de la planta de Fremont.
A la vista de los muchos defectos, Chris intentó devolver el coche, como sería lo normal. Pero desde Tesla le dieron largas indicando que ya había formado la entrega y que no podría devolverlo. Luego añadieron que ya se habían pagado los impuestos, y que el coche no podía ser entregado a otro cliente.
Aspectos que tendrán que ver con la legislación China, o la de Hong Kong, que sería muy extraño no permitiese la devolución de un vehículo con graves defectos de fabricación.
Pero el mal ensamblado y los espacios entre los paneles no son los problemas más graves para este cliente, que incluso ha visto como la distancia con el suelo es diferente a lo indicado por el fabricante. Concretamente Tesla indicaba que serían 15 cm, mientras que esta unidad es de solo 12 centímetros. Una diferencia muy importante a la hora de entrar en algunos aparcamientos.
La respuesta de Tesla es que esta diferencia está «dentro de los márgenes de tolerancia» por lo que no entraría dentro de las operaciones de reparación en garantía.
Este propietario es dueño de otros dos Tesla. Un Model S del 2015 y un Model X del 2017. Una experiencia que indica le ha permitido ver como el servicio de venta y post venta se ha derrumbado con el paso de los años. Con el Model S le entregaron el coche en perfecto estado y un comercial le explicó las características. Incluso las alfombrillas contaban con un papel para mantenerlas limpias más tiempo. Dos años después el Model X simplemente le dieron las llaves, pero el coche estaba limpio y en perfecto estado.
Pero el Model 3 se ha entregado sin apenas contacto con los responsables de Tesla, algo que se puede explicar por la cuestión del COVID-19, pero además el vehículo estaba sucio y lleno de fallos de fabricación como hemos visto.
Una experiencia muy negativa que tiene mucho más recorrido, en un vídeo donde relata los muchos problemas que ha tenido con sus Model S y Model X una vez recibidos, y que ponen sobre la mesa los que actualmente son los principales problemas de Tesla, su calidad de fabricación, los control de calidades, y el servicio post-venta.
Aspectos que alimentan los rumores de una posible fusión o adquisición de algún fabricante tradicional que le permita compartir experiencia y avances para lograr revertir una situación que sin duda antes o después terminará afectando al fabricante americano en su imagen, y en sus ventas.