Volkswagen ha confirmado la buena marcha de los ritmos de producción en su fábrica de Zwickau, de donde salen la mayor parte de sus coches eléctricos. Una instalación que ha sido adaptada a las nuevas motorizaciones y que la marca alemana ha confirmado ha alcanzado una velocidad de crucero en cuanto a unidades ensambladas.
Así lo ha indicado Ralf Brandstätter, director ejecutivo de la marca Volkswagen, que ha confirmado que la fábrica sajona ha logrado alcanzar los 1.000 coches eléctricos al día. Una producción repartida entre el Volkswagen ID.3, el ID.4, y ahora también el nuevo Audi Q4 etron.
El directivo alemán ha indicado que han estado incrementando la capacidad de producción casi a diario, algo que espera les permita lograr superar a las 1.400 unidades diarias de los modelos bajo la plataforma MEB para este verano.
Gracias a esta constante mejora, la fábrica será capaz de alcanzar este año una capacidad de producción anual de 330.000 unidades. Algo que supondría superar con los modelos eléctricos las ventas del mítico Volkswagen Golf en Europa, que el año pasado se quedó en las 285.000 unidades.
Una producción a gran escala que ha logrado superar la fase crítica inicial, y que ahora permite al fabricante germano poder contar con una planta con una capacidad elevada capaz de satisfacer una demanda cada vez más fuerte. Una economía de escala que se sumará a las otras grandes instalaciones de producción de coches eléctricos. Una en China, otras tres en Alemania (Emden, Hannover, Wolfsburgo) además de la estadounidense de Chattanooga, Tennesse.
Ahora queda por ver si la capacidad de producción de baterías logra situarse a la altura de la producción de vehículos. Algo que parece estar en peligro en mercados como el de Estados Unidos, donde la falta de acuerdo entre dos de sus suministradores, SK Innovation y LG Chem, pueden poner en peligro el suministro de baterías para los modelos fabricados en ese mercado.