Poco a poco se diluye el casi monopolio de facto en el mundo del taxi británico que tenía London Taxi International (LTI) con sus black cabs, hoy reconvertida en London Elecric Vehicle Company (LEVC). El mayor operador de taxis y VTC de Londres, Addison Lee, ha hecho una compra sustancial de SUV eléctricos alemanes, dos centenares de Volkswagen ID.4 que comenzarán a prestar servicio desde noviembre.
De su flota de 4.000 vehículos, los cuales tienen como mucho tres años, ya hay 650 taxis de cero emisiones. En menos de dos años todos sus coches serán de cero emisiones. La inversión anunciada para cumplir con dicho objetivo es de 160 millones de libras, al cambio unos 186,4 millones de euros. Addison Lee se ha posicionado como líder del mercado de la capital inglesa, tanto a nivel de taxis como de private hire vehicles (PHV, equivalente a VTC en España) tras adquirir en junio a otro operador, ComCab.
La compañía no se va a limitar a comprar coches eléctricos, también va a colaborar para mejorar la infraestructura de recarga con un fondo de casi 4 millones de euros. Los motivos para dar el salto a lo eléctrico están relacionados con cuestiones de mercado -la gente está más dispuesta a ir en un vehículo sin emisiones, y los conductores a llevarlos- y para evitar los costes asociados a la congestion charge del centro de la ciudad.
Las normas de Transport for London, la entidad reguladora del transporte en la ciudad del Támesis, exige entre 2020 y 2022 que los PHV de menos de tres años sean híbridos enchufables o eléctricos, los de mayor edad deben cumplir al menos Euro 6. Desde 2023 se exige que todos los PHV que reciban licencia por primera vez sean zero emissions capable, es decir, que tienen que ser enchufables por narices. Addison Lee dice que da el salto total a lo eléctrico dos años antes que cualquier competidor.
Pero no sirve cualquier híbrido enchufable, ojo. Si su homologación es inferior a 50 g/km de CO2, tienen que poder recorrer al menos 10 millas (16 km) con cero emisiones. Entre 50 y 75 g/km la autonomía tiene que ser del doble, 20 millas (32 km), y por encima de 75 g/km no se les dará licencia. Se aceptarían también modelos de pila de combustible de hidrógeno, aunque no sean enchufables.
Las normas son más duras para los taxis. Estos habían disfrutado de diferentes excenciones relativas a su edad (hasta 15 años, normalmente), como haberse convertido a GLP. Desde 2018 ya no se da licencia a ningún taxi diésel, los gasolina deben ser Euro 6 y además híbridos, emitir menos de 50 g/km, y ser capaces de moverse 30 millas (64 km) sin emitir nada por el escape. Sea como sea, el Volkswagen ID.4 cumple todos esos requisitos por la simple razón de no tener tubo de escape.