Es la clásica situación que debe vivir el conductor de un coche eléctrico en la actualidad cuando quiere recargar su vehículo fuera de su casa. Debe llevar encima el móvil con diferentes aplicaciones, o varias tarjetas o llaveros RFID. Y luego rezar para que en el lugar haya cobertura o todo funcione correctamente. Ahora Alemania ha publicado una norma que quiere terminar con esta situación y que obligará a la instalación de lectores de tarjetas bancarias en las estaciones de carga públicas.
El texto, aprobado esta semana, indica que esto se aplicará a las nuevas instalaciones, por lo que las ya en funcionamiento no se verán afectadas. Un movimiento desde el gobierno alemán que busca sentar las bases para un modelo futuro que no dependa de cientos de operadores y de sus propias aplicaciones o tarjetas como única forma de pago.
Desde 2023, aquellas estaciones de carga pública de pago tendrán que contar con un lector de tarjetas con el que el cliente pueda abonar de forma instantánea su carga si necesidad de complicaciones. Un modelo como el de las gasolineras que parece lo más lógico, principalmente pensando en un desarrollo masivo de la movilidad eléctrica hacia un tipo de cliente menos entusiasta, o menos acostumbrado a la tecnología.
Queda ahora por ver cómo afrontarán los operadores este formato que puede ser usado como una alternativa para los clientes menos fieles, que podrían tener que afrontar tarifas más elevadas que aquellos abonados que se han dado de alta en el sistema.
Un movimiento que nos muestra que todavía queda mucho por hacer en cuanto a regulación, y que cuanto antes se haga, mejor ya que supondrá evitar confusiones a los clientes y ofrecerá un marco legislativo más claro para los operadores.
Y es que el pago por tarjeta en un punto no debería ser un reto tecnológico para ningún fabricante, principalmente con los sistemas contactless, que reduce la complejidad del sistema y que evita tener que instalar un lector con motor tradicional.
Queda por ver qué pasará en las redes como la de Supercargadores de Tesla, donde el cliente de momento no debe usar ni aplicación ni tarjetas. Sólo conectar y listo. Pero con la futura apertura de la red a otras marcas, esto podría cambiar y afectar también a las nuevas estaciones de la marca americana.