Desde 2018 Elon Musk ha ido regando la órbita baja de la Tierra con una constelación de miles de satélites para dar un servicio de Internet de mejor calidad que el existente. Se trata de Starlink, un servicio con una importante ventaja respecto a los satélites geoestacionarios: menor latencia y mayor velocidad. El servicio de Internet satelital Starlink también formará parte del catálogo de servicios de los Supercargadores o Supercharger.
Ya se están avistando las primeras antenas de Starlink en algunas estaciones de Supercharger en Estados Unidos, como la de Lake City (Florida) que ilustra esta información. Más de uno se preguntará para qué hace falta una conexión a Internet en puntos de recarga cuando cualquier persona que se puede permitir un coche caro tiene conexión de datos en el teléfono móvil (y con un número de gigas que le suele sobrar).
El quid de la cuestión está en mejorar la experiencia de la recarga con datos de alta velocidad para entretenimiento a bordo con aplicaciones muy intensivas en consumo de datos. Además, también supone una oportunidad de negocio y una forma de rentabilizar la red de satélites, ya no solo por los clientes de Tesla, también por la apertura de la red a vehículos de la competencia que paguen por su uso.
Por ejemplo, para amenizar una recarga -por muy rápida que sea- con un episodio de una serie de Netflix hacen falta muchos datos, sobre todo si elegimos alta calidad de vídeo y audio. Tesla pretende que los puntos de recarga se beneficien de la red satelital de alta velocidad de Starlink para ofrecer a los clientes conectividad Wi-Fi, siendo una alternativa muy buena a la red de datos 5G.
La red de Supercharger supera los 3.100 emplazamientos y 30.000 cargadores. Como característica Premium, Tesla ofrece un servicio de conectividad Premium que cuesta 10 dólares al mes o 9,99 euros. Este servicio da acceso a la visualización de tráfico en tiempo real, mapas con vista de satélite, vídeo y música en streaming, karaoke y navegación por Internet por Wi-Fi para dispositivos a bordo. La conexión al exterior se realiza mediante red de datos móvil LTE.
La red de satélites de Starlink es competitiva con 5G por su baja latencia, porque sus satélites están mucho más cerca del planeta que los geoestacionarios (a 35.786 kilómetros sobre el ecuador). En vez de retardos de 600 milisegundos hablamos de 7-30 milisegundos, comparables con una conexión doméstica de fibra óptica o ADSL. Respecto a la conexión 4G, Starlink es obviamente mejor.
Desconocemos si el acceso a los satélites de Starlink será una característica Premium -que habrá que pagar aparte-, si estará integrada en el paquete de conectividad Premium al mismo precio o levemente superior, o si se ofrecerá sin coste añadido. Apuesto por lo primero o lo segundo.
