El norte de África, concretamente la zona del Magreb, se está convirtiendo en una zona atractiva para la fabricación de automóviles por las facilidades que están dando los gobiernos de Marruecos y Argelia, en zonas concretas del país -véase Tánger-, los bajísimos costes laborales, y la creciente localización de proveedores. El siguiente hito para Marruecos es tener una fábrica de baterías.
Marruecos dispone de recursos naturales para la fabricación de celdas, como fosfatos, cobalto o energía renovable en abundancia. Ryad Mezzour, ministro de Economía de Marruecos, declaró a Reuters que están esperando la firma de un acuerdo antes de que acabe el año, aunque no ha mencionado ninguna empresa. Aquí todo está abierto, chinos, europeos, etc.
El país africano tiene una producción muy escasa de vehículos eléctricos, aunque hay un modelo que nos suena a todos, el Citroën Ami, un cuadriciclo ligero. De instaurarse una gigafábrica de baterías en Marruecos, sería un gran revulsivo para el sector del automóvil del país, que es uno de los principales aportes a la economía nacional en los últimos años. Huelga decirlo, también es un posible competidor para España.
El ministro alauí tampoco habló de cifras de inversión, lo único que dejó caer es que sería una «gigafactoría», que es como se denomina a las fábricas que producen más de 1 GWh de baterías al año, o lo que es lo mismo, un millón de kWh. Para hacernos una idea, con 1 GWh de producción se puede poner baterías a más de 180.000 Citroën Ami (5,5 kWh por cada «objeto de movilidad»).
Tanto Stellantis como Renault tienen fábricas de automóviles en Marruecos, siendo la parte de Stellantis herencia de la parte PSA. Dichas fábricas suministran vehículos tanto al mercado local como a los de exportación, los más visibles por estos lares son algunos modelos Dacia. La capacidad combinada de ambas fábricas es de 700.000 unidades al año, pero si no contamos al Ami como coche eléctrico, no fabrican ninguno todavía.
Mezzour dijo en la entrevista que de aquí a cuatro años esperan que las fábricas de Stellantis y Renault tengan una capacidad de producción de un millón de unidades. Este hecho parece aislado respecto a la gigafábrica de baterías, que tardaría tiempo en estar lista. Sin embargo, hasta los magrebíes acabarán necesitando coches eléctricos algún día, mientras tanto lo más razonable es que las baterías se fabriquen para exportarlas.
Fuente | Reuters
