Se llama La Bagnole y es el primer vehículo de la joven empresa Kilow, sita en Francia y subsidiaria del Grupo Savoy. Este vehículo es un todoterreno ultraligero, de hecho, hasta se puede conducir sin permiso de coche. A medio camino entre un coche y un juguete, kgAuto La Bagnole se ha presentado en el Salón de París como vehículo eléctrico recreativo, que en cierto modo recuerda al primer Jeep Willys: un vehículo que podía colarse por cualquier lugar.
Sus creadores han tirado de minimalismo hasta el final, no llega a los 350 kg. Se puede reservar a partir de 9.900 euros, y se han previsto sendas versiones. Con su motor de 16 kW/21 CV en pico acelera a 40 km/h en 4 segundos y puede alcanzar los 45 km/h con homologación de cuadriciclo ligero (L6e) u 80 km/h como cuadriciclo pesado (L7e). En este último caso sí necesitará carné de coche, en caso contrario bastaría el permiso AM de ciclomotor.
Se le ha desprovisto de cualquier elemento considerado superfuo, aunque opcionalmente puede tener protección contra los elementos, más espacios de almacenamiento o alguna medida de seguridad extra. En función de si lleva una o dos baterías de 48 voltios, la autonomía es de 70 o 140 kilómetros. Estas recuerdan a los bidones de gasolina pero pesan lo suyo, 37,5 kg. Puede cargar con 150 kg y su chasis es de acero galvanizado.
En la medida de lo posible, se han utilizado elementos reciclados y reciclables, como madera para el interior. El carácter retro queda plasmado de sobra en el cuadro de mandos, que tiene conmutadores no vistos en décadas en el interior de un coche. Lo único quizás prescindible es el envoltorio en el que van a mandarlo, una caja de juguete, pero a escala 1:1.
Puede acomodar a dos adultos con cinturones de seguridad. Como buen eléctrico, va hacia delante y hacia atrás, pero con dos modos de conducción, ECO y BOOST, que no necesitan mucha explicación. Con unos neumáticos más típicos de una moto (130/90 R18), suspensión de dobles triángulos, cuatro frenos de disco, y esa relación peso/potencia, tiene pinta de ser un trasto muy divertido.
Para reservar una unidad hay que adelantar 990 euros, que suponen una fianza reembolsable. Luego quedarían por delante nueve pagos de 900 euros, y a la última cuota invita Francia (pero solo a los enfants de la patrie) por la subvención de 900 euros a los vehículos de su categoría. Si alguien se siente generoso con sus familiares, o pretende montar una carrera por el campo con los amigos al estilo eco-Mad Max, puede encargar hasta una decena del tirón.