En el año 2024, Renault relanzará el que probablemente sea su clásico más recordado, el 4L. Este utilitario de enfoque rural, también conocido como R4, Quatrelle o «4Latas», regresará convertido en un B-SUV de diseño retro situado como paso intermedio entre los R5 y Mégane E-TECH dentro de la gama eléctrica de la firma francesa.
Aunque las primeras unidades no llegarán a los concesionarios hasta principios del año 2025, el medio francés L’Argus ha filtrado algunas de sus especificaciones técnicas. Si bien la mayoría de datos ya se conocían de antemano, otros son auténticas primicias que nos permiten conocer un poco más de cerca al nuevo todocamino galo.
Inspirado en la estética del prototipo 4EVer Concept, el nuevo 4L medirá aproximadamente 4,16 metros de largo. Se asentará sobre la plataforma eléctrica CMF-BEV, la cual compartirá un 50% de sus componentes con la CMF-B térmica. Sin ir más lejos, su sofisticado esquema de suspensiones (MacPherson delante, multibrazo detrás) procederá directamente del Captur E-TECH Plug-in.
El vehículo se ensamblará en Maubeuge, mientras que el motor y sus baterías procederán respectivamente de Cléon y Douai. Estará disponible con dos niveles de potencia (125 y 150 CV) y dos packs de baterías (42 y 52 kWh). El objetivo de autonomía perseguido por la empresa son unos 420 km WLTP.
El remake del Renault 4L podría llamarse 4EVer
En todos los casos, las celdas (fabricadas por Envision AESC) serán de tipo NCM (níquel, cobalto, manganeso), pues Renault por el momento no ha querido apostar por la asequible química LFP (litio-ferrofosfato). En un principio, el pack tendrá refrigeración líquida, mientras que el sistema de climatización podría incluir de forma opcional una eficiente bomba de calor.
En cuanto a la carga, se espera que de serie pueda llegar a 7 kW en corriente alterna, ofreciéndose como extra la carga semi-rápida a 22 kW en trifásica. El modelo de 42 kWh llegará a 85 kW en corriente continua, mientras que el de 52 kWh alcanzará un pico de 130 kW.
A pesar de que dispondrá de una versión furgoneta (Renault Express), el modelo estándar también destacará por su practicidad, pues al igual que el 4L original, tendrá un umbral de carga muy bajo y una banqueta trasera de gran modularidad. Su precio de partida se situará en 29.000 euros antes de ayudas; es decir, unos 5.000 euros más que un R5 de potencia y autonomía equivalentes.
Fuente | L’Argus