El nuevo presidente y CEO de Toyota tras la renuncia de Akio Toyoda, Koji Sato, quiere convertir al mayor fabricante de automóviles del planeta en una empresa de movilidad adaptada a los nuevos tiempos. Entre otras cosas, el directivo tratará de reforzar la estrategia de electrificación de la compañía, un frente en el que actualmente cojea frente a la mayoría de sus competidores.
Aunque Sato mantendrá el enfoque multitech de Toyoda, introducirá importantes cambios en su plan de lanzamientos de modelos BEV (Battery Electric Vehicles) para recortar distancias con BYD y Tesla. «Para ofrecer BEV atractivos a más clientes, debemos optimizar la estructura del automóvil y, con una mentalidad de ‘BEV first’, debemos cambiar drásticamente la forma en que hacemos negocios».
La revisión comenzará con Lexus, que aspira a vender 1 millón de BEV al año para 2030, transformándose en una marca 100% eléctrica a partir de 2035. Con estos objetivos en mente, se buscará darle a sus modelos un carácter diferenciado de las propuestas de Toyota, haciendo hincapié tanto en la ingeniería como en los procesos productivos para lograr un coste competitivo.
El propio Toyoda respalda los cambios propuestos por su sucesor al frente del gigante japonés. «El nuevo equipo del próximo presidente Sato tiene la misión de transformar a Toyota en una empresa de movilidad. Tiene compañeros jóvenes de ideas afines. Espero que este nuevo equipo vaya más allá de los límites que yo no puedo traspasar».
Toyota se convertirá en una empresa de movilidad adaptada a los nuevos tiempos
Toyota ya ha dado luz verde al desarrollo de una nueva plataforma eléctrica para sustituir a la actual e-TNGA. A pesar de que se trata de una arquitectura relativamente nueva (por el momento solo se utiliza en los bZ3 y bZ4X), ha sido diseñada para que los vehículos basados en ella puedan compartir línea de producción con modelos térmicos.
Por este motivo, utiliza numerosas piezas innecesarias que encarecen los costes de producción. La nueva plataforma dedicada llegará en 2027. Si bien en su momento la empresa calculaba que para 2030 aproximadamente un tercio de sus ventas mundiales se corresponderían con coches eléctricos (3,5 millones de unidades), sus últimas estimaciones elevan este porcentaje a más del 50%.
En paralelo a la creación de esta nueva plataforma, que supondrá la cancelación de algunos de sus proyectos previos (véase el Compact Cruiser EV), la firma nipona también continúa trabajando en las baterías de electrolito sólido, una tecnología que debería permitirle recortar distancias tras años quedándose rezagada en el desarrollo de BEV.
Fuente | Automotive News Europe
