El sector agrícola es uno de los nuevos retos a los que se enfrenta la movilidad eléctrica. Un sector industrial complejo que requiere un tipo de maquinaria específica y de una producción y economía de escala menor que los coches, y donde ahora contaremos con un nombre muy familiar en la industria de la electrónica como es la taiwanesa Foxconn que quiere dar un impulso a esta alternativa de la mano de los tractores eléctricos.
Estos saldrán de la planta que Foxconn tiene en Lordstown, Ohio. Unos modelos diseñados por la startup norteamericana Monarch que de esa forma se beneficiará de la experiencia y capacidad industrial del gigante asiático para poner en el mercado unos competitivos modelos.
Estos saldrán de una fábrica que a finales de 2021 Foxconn compró a la startup Lordstown Motors, que había intentado fabricar coches eléctricos pero sin éxito, y cuyas instalaciones han sido vendidas a la propia Foxconn que también trabaja en hacer realidad el proyecto de camionetas eléctricas de Lordstwon.
Ese acuerdo de compra se completó en mayo pasado a cambio de 230 millones de dólares, lo que ha permitido la firma de un tercer acuerdo de producción con Fisker para la fabricación en Estados Unidos de su próximo proyecto, el SUV eléctrico Pear.
Tractores eléctricos de Foxconn
Apenas 8 meses después de la firma del acuerdo de compra de la fábrica, Foxconn ya está produciendo los primeros tractores eléctricos para Monarch en Lordstown.
Este primer modelo cuenta con un sistema de propulsión de 70 kW de potencia pico. Por su parte la autonomía según el fabricante será de más de 10 horas de trabajo con cada carga, sin indicar la capacidad de su batería.
Además, el tractor puede funcionar con o sin conductor. La compañía utiliza la última tecnología autónoma de hardware y software para proporcionar sistemas de asistencia al conductor y operaciones opcionales para el conductor. El tractor puede realizar tareas preprogramadas sin un conductor o un operador puede usar las funciones de automatización, incluidos los modos Gesture y Shadow para que el tractor siga a un trabajador en el trabajo.
Unas características tecnológicas que permiten dotar a este modelo con una amplia dotación de seguridad, que incluyen prevención de vuelco y colisión, seguridad de toma de fuerza (PTO) basada en la visión y cámaras de 360° para mantenerlo operativo sin problemas incluso durante las noches.
Un modelo que cuyo precio se ha situado en los 50.000 dólares. Un coste elevado, el doble que un modelo similar gasolina, que hasta cierto punto es comprensible por el ejército de sistemas tecnológicos que ofrecerán un amplio abanico de posibilidades a los agricultores, que servirá de plataforma para el desarrollo de nuevos modelos que se irán beneficiando de la economía de escala para reducir costes de adquisición.
