En pocos años, las baterías de litio-ferrofosfato han pasado de ser el patito feo de las baterías de litio, a ser una de las alternativas con mayor crecimiento en su instalación. Una opción libre de cobalto o níquel, más sostenibles y que ahora cuentan con su primera gran instalación de producción en Europa.
La responsable ha sido la empresa ElevenEs, propiedad de la multinacional serbia Al Pack Group, que ha sido pionera en el desarrollo y producción de baterías de cátodo de litio-ferrofosfato (LFP) y que esta semana ha sido noticia por la inauguración de la primera planta industrial de Europa dedicada a la producción de celdas LFP.
Esta planta de producción está situada en la localidad serbia de Subotica, está dirigida por ElevenEs y respaldada por EIT InnoEnergy.
La planta se especializará en la producción de celdas prismáticas LFP, que se pueden usar en una variedad de aplicaciones, tanto coches eléctricos, autobuses, camiones, como también en sistemas de almacenamiento energético.
Dado que las celdas LFP se producen sin níquel ni cobalto, son más sostenibles, seguras y menos costosas, con una vida útil tres veces mayor que la de las tecnologías rivales.
Según el fabricante, estas celdas de ElevenEs cuentan con un diseño diferenciador con la tecnología «cell to pack», lo que le permiten aumentar su densidad energética a nivel de pack en comparación con otros diseños que usan esta misma química.
Ahora una vez cumplido el objetivo de tener listas las líneas de producción en 2023, el siguiente paso será poner en macha la fabricación en masa, que les llevará a una tasa de 500 MWh al año para el 2024. Cifra que irá creciendo paulatinamente hasta llegar a los 8 GWh para mediados de 2026, con una capacidad máxima estimada de 40 GWh al año, que esperan conseguir en 2028 cuando tengan hasta dos instalaciones en marcha en Europa.
Fuente | ElevenEs
