Volkswagen confirma que no lanzará un nuevo Golf con motor de combustión

La electrificación del transporte está acelerando su velocidad, y los grandes grupos son conscientes que o dan el paso, o se quedan atrás irremediablemente. Un ejemplo simbólico es el anuncio de Volkswagen de que la octava generación lanzada en 2019, será la última en llevar un motor de combustión interna.

Esto supondrá, cuando se termine esta actual generación, decir adiós a más de 50 años de un mito del automovilismo europeo que el próximo año recibirá pequeñas modificaciones y actualizaciones, pero que ya no volverá a estrenar motores diésel o gasolina.

Según Thomas Schaefer, jefe de la marca Volkswagen: «El coche está listo para llegar al final de esta década. Luego tenemos que ver cómo se desarrolla este segmento. Si el mundo se desarrolla de manera completamente diferente a lo esperado para 2026 o 2027, podríamos desarrollar un vehículo totalmente nuevo, pero no creo que lo hagamos.»

La decisión de Volkswagen de no invertir en la actualización del Golf, durante varias décadas el coche más vendido en Europa, es un indicador del cambio en la política de inversiones del fabricante alemán que ha comenzado a rediseñar los actuales motores de combustión en lugar de diseñar nuevos modelos, todo para poder ahorrar costes y destinar la inversión al programa de vehículos eléctricos.

Esto supondrá que cuando termine la vida útil de la actual generación, el Golf dejará de fabricarse con motores diésel o gasolina de forma definitiva.

La gran pregunta es si la marca germana mantendrá la denominación para un nuevo modelo eléctrico. Todo hace indicar que así será, aunque no llegará como pronto hasta 2027 o 2028. Cuatro años en los que veremos el desembarco de nuevas propuestas que se tendrán que encargar de cubrir la demanda de eléctricos en los diferentes segmentos, desde el ID.1, que será el modelo más económico con un precio por debajo de los 20.000 euros, y que llegará en 2026.

Antes lo hará el ID.2, que se colocará en el segmento del Volkswagen Polo, y que será una de las apuestas más fuertes del fabricante, con un precio de salida por debajo de los 25.000 euros, y que será fabricado en España a partir de 2025, y sobre el que hay grandes esperanzas por su promesa de elevada autonomía, carga ultrarrápida y ese precio razonable.

Con estos ingredientes, y otros como la llegada este año de la berlina ID.7, Volkswagen tiene como objetivo lograr un 80% de cuota de ventas de coches eléctricos en Europa, y un 55% en Estados Unidos, para 2030. A nivel global la cifra es de un 50% para finales de la década.

Unas cifras de ventas en la que como vemos, ya no contará con uno de sus grandes nombres históricos que dejará paso a las denominaciones ID. Estas serán las encargadas de conducir esta nueva era de uno de los fabricantes con más renombre de la industria que se enfrenta a un cambio generacional muy profundo y muy complejo.