La industria europea mantendrá sus inversiones en el coche eléctrico a pesar de la ralentización de la demanda

De acuerdo con un informe elaborado por la agencia Fitch, las inversiones de la industria europea en el coche eléctrico no se verán afectadas por la desaceleración de la demanda. Y es que, a pesar de que todos los pronósticos indican que sus ventas experimentarán un bache a corto plazo, se espera que la situación se revierta con relativa rapidez.

Anna-Marie Baisden, directora de automóviles de la división BMI Research de Fitch, señala que esta ralentización responde a las altas tasas de interés, al lento crecimiento económico y a la menor cantidad de pedidos tras la normalización de la cadena de suministro. El mejor ejemplo de esto último lo encontramos en Volkswagen, cuya cartera de pedidos se ha reducido a la mitad (de 300.000 a apenas 150.000) de un año para otro.

«Todavía hay mucha inversión canalizada hacia los vehículos eléctricos en Europa, y sigue siendo el objetivo final de los fabricantes incluso si vemos que la demanda se desacelera», explica Baisden. Los fabricantes pronostican un crecimiento a largo plazo en el sector, un cambio que vendrá impulsado en parte por la legislación.

Recordemos que la Unión Europea planea prohibir la venta de automóviles nuevos con motor de combustión interna a partir del año 2035. Aunque se contempla una excepción para aquellos modelos térmicos que funcionen exclusivamente con combustibles sintéticos, las marcas no consideran que esta solución sea viable a gran escala.

Los grupos europeos apuestan firmemente por el coche eléctrico

Según Baisden, la intención de Renault de sacar a bolsa su división de coches eléctricos y software Ampere ejemplifica el rumbo que ha tomado la industria. Y es que los principales grupos europeos (BMW, Mercedes-Benz, Renault, Stellantis, Volkswagen) están destinando el grueso de sus inversiones a esta tecnología.

Sin ir más lejos, Stellantis planea lanzar exclusivamente modelos eléctricos en el viejo continente a partir de 2026, discontinuando su oferta de automóviles térmicos en 2030. Este movimiento afectará a todas sus marcas: Alfa Romeo, Citroën, DS, FIAT, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot… Además, la compañía también distribuirá los productos de la china Leapmotor.

Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz, se reafirmaba hace unos días en su apoyo al coche eléctrico. «Haré una analogía: cuando salió el primer iPhone, mucha gente pensó que era demasiado engorroso. Les gustaba más su BlackBerry. Pero a más tardar con el iPhone 3, todo el mundo se dio cuenta de que era el mejor smartphone».

Fuente | Automotive News Europe