El Mobilize Limo ha sido un fracaso. Las lecciones que ha aprendido Renault para el futuro

En 2021, Renault presentaba una división destinada al desarrollo y comercialización de servicios de movilidad. Una división llamada Mobilize, que ahora se ha anotado su primer gran fracaso. El Limo. Un modelo de suscripción pensado para los servicios de taxi, que ha terminado su vida comercial por la falta de demanda.

La idea sobre el papel parecía interesante. Permite a los clientes profesionales acceder a un vehículo eléctrico con un contrato de todo incluido. Vehículo, revisiones, mantenimientos…etc. Todo a cambio de una mensualidad. Pero Renault acaba de retirar el producto de su web, y ya no se pueden hacer nuevos pedidos.

El Limo no es el típico vehículo diseñado como taxi. Por dimensiones exteriores (4,67 m de largo, 1,83 m de ancho y 1,47 m de alto) se acerca al actual segmento D de berlinas, con 500 litros de maletero. Monta un motor de 118 kW (160 CV) que le permiten gozar de una aceleración alegre si pisamos a fondo, pero muy suave y progresiva si tratamos con cariño el acelerador.

La batería es un pack de 60 kWh útiles que le otorgan una autonomía de 450 km bajo el ciclo de homologación WLTP. Una autonomía que podremos recuperar gracias a un sistema de carga rápida que se queda en unos modestos 75 kW, y que le permiten llegar al 80% de carga, o recuperar unos 240 km, en 40 minutos.

Un modelo que hemos podido probar el verano del pasado año, en un recorrido por las carreteras de Madrid, y donde hemos realizado un consumo medio real de 18.1 kWh a los 100 km circulando principalmente por zonas de autovía a 120 km/h.

Por lo tanto, es un coche competente en lo visual, en capacidad de almacenamiento, en lo técnico y en cuanto a autonomía y consumo. Pero entonces, ¿dónde está el problema? Pues donde todos estamos pensando. El dinero.

Aunque la oferta puede variar según el volumen del contrato, en Francia su coste era de 1.499 euros al mes en un contrato de 36 meses y con un límite de 150.000 km. Cifras que le hacen poco compatible con las aplicaciones para taxi, principalmente lo relacionado con el límite de kilometraje.

Y es que un taxista podría optar por ejemplo por un Tesla Model Y Long Range Dual Motor, con bastante más autonomía, 533 km WLTP, un sistema de carga mucho más rápido, mayor maletero y un sistema más eficiente. Todo, según el simulador financiero de la propia Tesla, a cambio de una mensualidad de 776 euros en un contrato de 5 años y una entrada de 5.000 euros. Costes a los que habrá que sumar seguro, impuestos y mantenimientos. Pero al final de ese tiempo, será el dueño del vehículo.

Como vemos, la diferencia es demasiado elevada como para justificar un sistema de suscripción que finalmente ha fracasado, y que obligará a Renault a darle una vuelta a su propuesta, ya sea con la incorporación del nuevo Scenic como modelo de oferta, como también con unas cifras económicas más realistas.

Vía | Challenges