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Ahora no Permitir

¿Nos están engañando los fabricantes de puntos de carga diciendo que no se puede cargar en un enchufe doméstico?

La carga de un coche eléctrico es un importante punto que muchos usuarios dejan para el último momento. Hasta ahora, hemos escuchado que lo ideal es poner un cargador de pared, que nos permita hacer una operación más segura. Pero algunas voces avisan de que un enchufe doméstico es suficiente, y que no es necesario gastar cientos o miles de euros en un equipo específico.

El origen de la polémica son las declaraciones del fabricante de puntos de recarga Zapatec, que ha pedido que, al igual que sucede en Noruega, Suecia también imponga la prohibición de cargar coches eléctricos con tomas que no hayan sido instaladas para esta labor.

Así lo ha indicado Mats Leijon, profesor de la renombrada Universidad de Uppsala en Suecia, que ha indicado que mientras que la toma que vayamos a usar haya sido instalada de forma correcta por un profesional, podremos usarla sin problemas para cargar un coche.

Entre los argumentos a favor de su opinión, el profesor indica que los enchufes se basan en unos estándares largamente probados, con más de 50 o 60 años de antigüedad, por lo que no debería existir riesgo de incendio en caso de uso prolongado.

Por supuesto, una carga en un enchufe doméstico supone tener que enfrentarse a una potencia de carga limitada, con entre 10 y o 13 amperios. Eso supone entre 2.3 y 3 kW de potencia, lo que significa enfrentarnos a una carga bastante lenta. Algo que se traduce en que cargar una batería de 60 kWh desde cero puede necesitar unas 20 horas.

Por su parte, los cargadores de pared pueden llegar a los 7 kW en monofásica, o hasta 22 kW en trifásica. Algo que significa mayor velocidad para cargar nuestra batería, pero también mayores costes tanto por el equipo, como por la potencia contratada.

Los profesionales por su parte opinan que para lograr expandir de forma generalizada la movilidad eléctrica, es importante hacerlo de forma segura con unas instalaciones adecuadas al uso que se le va a dar.

Y es que hay importantes diferencias a tener en cuenta a la hora de cargar de forma frecuente un coche eléctrico en una toma doméstica. Una instalación bien realizada, con un cable del grosor suficiente y una toma reformada, debería ofrecer un rendimiento óptimo. Pero una instalación vieja, con una sección muy fina y con múltiples elementos en la caja general, puede dar lugar a un elevado calor y el consiguiente riesgo de incendio.

La clave en este caso es saber si nuestra toma está o no preparada para realizar el trabajo. Para ello, lo ideal es buscar un electricista que verifique el estado y las características de la toma y la sección de cable, así como del estado del cuadro y los diferenciales.

Con esto, según los expertos, podríamos cargar sin problemas nuestro coche eléctrico en una toma convencional, y ahorrarnos el coste del cargador de pared, siempre y cuando claro, la potencia y la velocidad de carga cumpla con nuestros requisitos.

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