Entre las funciones que se publicitó en su momento de la Tesla Cybertruck, está su capacidad para vadear riachuelos. Incluso Elon Musk llegó a decir que sería capaz de navegar pequeñas distancias. Para comprobar si esto es cierto, los primeros propietarios están realizando sus propias pruebas, con resultados cuando menos agridulces.
Y es que el agua y los coches no suelen llevarse bien. En el caso de los coches eléctricos desaparecen algunos riesgos, como el ahogamiento del motor por la entrada de agua por el tubo de escape, pero se mantienen otros, como el efecto de la misma en elementos electrónicos o eléctricos, que pueden hacer que el coche se quede inmovilizado.
Pero esto, sobre el papel, no debería pasarle a una Cybertruck que está fabricada para moverse por el fin del mundo sin mayores problemas, más allá de su diseño extravagante y su baja eficiencia.
Cruzando una carretera inundada con la Cybertruck
Uno de estos propietarios decidió poner a prueba a la Cybertruck durante un periodo de fuertes lluvias en su región. Algo que provocó que algunos ríos se hayan desbordado, imposibilitando el paso a la mayor parte de los vehículos por algunas zonas.
Para hacerlo, el propietario configura la camioneta para este tipo de situaciones con el modo «off road» que eleva al máximo la suspensión y altura del vehículo, y además tiene que activar la opción «Wade Mode» que aísla todavía más la batería.
Según muestra la pantalla, el fabricante recomienda que la altura del agua no supere la de las aletas de las ruedas, unos 82 centímetros, cuando están levantadas al máximo. Además indica que para poner en marcha este sistema, el coche necesitará 10 minutos para activarlo, y luego funcionará durante un máximo de 30 minutos, tras lo cual se desactivará automáticamente.
La primera prueba es sencilla, y la camioneta pasa sin inmutarse por un pequeño desbordamiento que ha hecho retroceder a algunos coches convencionales, pero que no es un reto para cualquier modelo mínimamente alto.
Posteriormente se traslada a una zona con mayor profundidad, donde realiza varias pasadas a diferentes velocidades, y donde el reto es bastante más complejo, logrando superar cada paso son problemas aparentes.
Al finalizar los diferentes test, el propietario echa un vistazo al vehículo a ver si hay daños. Y en la primera zona, ruedas delanteras, ve como un plástico que protege el chasis se ha soltado. También encuentra que una pieza del parachoques trasero se ha desprendido.
Pero lo peor lo descubre al llegar a su casa, cuando ve que los botones que abren la zona de carga no funcionan. Puede bajar el portón y abrir la caja trasera con la aplicación del móvil, pero los botones físicos laterales han dejado totalmente de funcionar. Algo que le obligará a pasar por su centro técnico para que lo revisen.
La conclusión es que la Cybertruck además de ser radicalmente diferente, es también un coche capaz de vadear pequeños riachuelos. De momento parece lejos del sueño de Elon Musk de cruzar ríos, incluso de la idea que lanzaba para que los propietarios añadiesen un motor en la zona trasera para convertirlo en un verdadero barco.
