Que los chinos están llegando es algo que casi nadie niega en estos momentos. No es una avalancha, y su implantación está siendo paulatina según expanden sus redes comerciales. Pero siempre hay un riesgo de que Europa ponga aranceles y más barreras, algo que grandes grupos como Dongfeng conocen y por eso trabajan en levantar plantas en nuestro mercado.
En el caso de Dongfeng, una marca que como recordamos trabaja en China con grandes grupos como Stellantis y Honda, está en conversaciones con el gobierno de Italia para levantar una planta que producirá coches eléctricos e híbridos.
De momento no hay información de sí han llegado a un acuerdo para hacerse con algún terreno o alguna planta ya en marcha, ni tampoco las fechas que maneja el grupo asiático para comenzar su producción europea.
Esta noticia tiene varias repercusiones, ya que, por un lado, pone sobre la mesa el interés de los fabricantes chinos en expandirse fuera de sus fronteras y aprovechar todo su potencial en el mercado internacional. Algo que elevará el nivel de la competencia, y que debería traer consigo más oferta, y mejores precios.
Pero por el otro lado está la cuestión política, y es que esta semana, el presidente del potente Grupo Stellantis, Carlos Tavares, se ha enzarzado en una batalla dialéctica con el gobierno de Italia, primero con el cambio del nombre del Alfa Romeo Milano, ahora conocido como Junior, y posteriormente con la amenaza de que si un fabricante chino se implanta en Italia, ellos cerrarán fábricas.
Esto no parece que haya causado preocupación en Roma, donde el gobierno italiano ha estado negociando con uno de los principales grupos chinos, Dongfeng, que trabaja en poner en marcha una instalación en suelo italiano.
Según las noticias, el acuerdo podría firmarse ya en las próximas semanas, con un inicio de la construcción no debería dilatarse mucho más allá de 2025 y una capacidad de producción estimada en unas 100.000 unidades al año.
Una expansión internacional que Dongfeng busca como alternativa a la despiadada competencia que hay en una China donde ha visto como en los últimos años sus ventas han bajado de forma importante ante el empuje de nuevos protagonistas, como BYD o Tesla, y que ha supuesto para el grupo chino caer un 38% el pasado año hasta las 1.72 millones de unidades.
Entre los puntos más interesantes de Dongfeng es su amplia cartera de marcas relacionadas con el coche eléctrico, que además abarcan muy diferentes segmentos, desde la marca de bajo coste Nammi, con propuestas urbanas con precios por debajo de los 10.000 euros en China, hasta Voyah, que ya está presente en algunos mercados de Europa, llegando a su buque insignia que es la indescifrable «eπ».
Un grupo con una fuerte relación con el gigante Huawei, que busca en el mercado internacional un hueco para vender unos coches técnicamente muy competentes, tecnológicamente a la última y que en su mercado local tienen unos precios muy interesantes.
