La industria automotriz china ha comenzado su expansión internacional. Las marcas del país asiático están aprovechando su ventaja en el sector del coche eléctrico para conquistar regiones como Europa, donde sus propuestas térmicas nunca pudieron competir en igualdad de condiciones debido a las décadas de experiencia de los grupos occidentales en el desarrollo de motores de combustión interna.
A pesar del temor de fabricantes y autoridades, en realidad la mayoría de vehículos eléctricos procedentes de China son mucho más caros que en su mercado natal. Aunque el transporte y los aranceles suponen cierto coste adicional, esto no explica que en algunos casos los precios lleguen incluso a duplicarse.
De acuerdo con un informe de Reuters, esto se debe a que las compañías chinas están tratando de maximizar sus ganancias en el extranjero con el objetivo de compensar la guerra de precios que están librando en su mercado de origen. Dicho de otra forma, los consumidores europeos están financiando las bajas tarifas de los coches eléctricos en China.
Incluso en esta situación, los modelos chinos siguen siendo más baratos que sus rivales europeos, como demuestran los BYD Dolphin y MG4 Electric. La principal fortaleza de la industria china radica en que controla en su totalidad la cadena de suministro de las baterías de iones de litio, lo que se ha traducido en una notable racionalización de los costes.
Los coches eléctricos de BYD son mucho más caros en Europa que en China
Dependiendo del país, el precio del BYD Atto 3 es entre un 81 y un 174% más alto que en China, mientras que en el caso de su hermano Dolphin la horquilla varía entre el 39 y el 178%. La berlina Seal por su parte es entre un 30 y un 136% más cara. Por lo tanto, la empresa todavía tiene margen de sobra para bajar todavía más sus precios.
Según un análisis realizado por A2MAC1, que desmonta automóviles para que los fabricantes evalúen los productos de la competencia, el margen de beneficio del BYD Dolphin europeo es 7.400 dólares más elevado que el del mismo modelo en China, incluso teniendo en cuenta los cambios realizados para adecuarlo a los gustos del viejo continente (es más largo, tiene una suspensión más sofisticada, una batería más grande y más sensores). Ben Townsend, director de automoción en Thatcham Research, explica que los grupos chinos «no buscan socavar el mercado europeo. Están buscando ganar margen».
Fuente | Carscoops
