El temido cambio de batería de un coche eléctrico afecta a solo el 2,5%, con un factor que lo cambia todo
4 min. lectura
Publicado: 22/05/2024 07:00
Es uno de los argumentos más sólidos contra los coches eléctricos: si ya de por sí el coste de la batería de un coche eléctrico es elevado, el momento en el que toque su sustitución con el paso de los años es, sin duda, uno de los más temidos por parte de sus propietarios, ya que pueden alcanzar elevados costes (de casi incluso 20.000 euros).
Un estudio realizado por Recurrent Auto trata de poner un poco más de claridad sobre este asunto. Es cierto que la degradación de la batería es inevitable, no se puede evitar. Sin embargo, esta es más lenta en los vehículos eléctricos más nuevos.
Más de 20.000 coches eléctricos han sido partícipes de este estudio, y de estos tan solo el 2,5% tuvieron que reemplazar las baterías. Más allá de este dato, que puede que no sea tan concluyente para ti, el análisis cambia cuando se tiene en cuenta el año de matriculación del vehículo.
En este sentido, el año 2015 marca el punto de inflexión, según el análisis realizado por Recurrent Auto. Según el informe, las tasas de sustitución de baterías en los coches eléctricos fabricantes antes del 2015 suben hasta el 13%; a partir del 2016, el porcentaje cae por debajo del 1%. Es cierto, sí: cuanto más viejo el vehículo, más tiempo ha pasado y más se ha podido desgastar la batería.
El estudio aporta más factores en este sentido: los coches más nuevos cuentan con una tecnología mejorada, sobre todo en su composición química y en la forma que tiene de refrigerarse. Las químicas de las baterías han mejorado y lo seguirán haciendo, lo que las ayuda a soportar mejor las cargas rápidas y a durar más. Por su parte, los antiguos sistemas de refrigeración por aire de los primeros coches eléctricos han dado lugar a sofisticados sistemas de gestión térmica más eficaces y que ayudan a que no se acelere la degradación de la batería.
Recurrent Auto también revela en sus resultados que los paquetes de baterías han crecido de capacidad en un 122% entre el año 2015 y el 2022, lo que también garantiza que se alcancen cifras de autonomías más grandes y capaces, por lo que durarán más antes de que sea necesario un cambio al pasar a perder su practicidad y uso. También es cierto que este incremento será más lento con el paso de los años, en el sentido que muchos de los coches eléctricos actuales ya disponen de una autonomía suficiente para muchos conductores.
Eso sí, las esperadísimas baterías de estado sólido prometen revolucionar el panorama con autonomías que lleguen a las cuatro cifras reales, con procesos de carga más seguros y con una mayor durabilidad en comparación con las actuales baterías de electrolito líquido.
Fuente | Recurrent Auto