El apoyo publico de Elon Musk a Donald Trump hunde la popularidad de Tesla entre votantes demócratas y republicanos

Elon Musk ha metido a Tesla en un problema con su apoyo público a Donald Trump, al que ha confirmado que donará 45 millones de dólares al día durante su campaña. Un apoyo que no ha sido entendido por casi nadie, ya que el político ha confirmado que retirará las ayudas al coche eléctrico de las que se beneficia la propia Tesla, y que ahora le está pasando factura a la marca norteamericana en ambos espectros de los votantes.

Era de esperar que este posicionamiento político de Musk a favor de Trump le costase popularidad entre lo votantes demócratas. Una encuesta de la consultora CivicScience mostraba que solo el 16% de los que dicen que votarían por el Partido Demócrata en noviembre optarían ahora por un Tesla. Cifra que el pasado mes de enero llegaba al 39%.

Pero tanto o más llamativa es la evolución de la opinión de los votantes del Partido Republicano, cuya intención de compra de un Tesla, un 36% en enero, ha caído al 23% en la última encuesta. Algo que nos indica que la popularidad de la marca está siendo arrastrada por Musk.

Un apoyo muy intenso a Trump que ha sorprendido a muchos perfiles, y que amenaza con llevarse por delante todo el trabajo de imagen realizado por la marca en los últimos años.

Por ejemplo, Mark Spiegel, un inversor en corto, ha indicado que esta dinámica de Elon Musk va a arruinar a Tesla, y que el apoyo a Trump rompe completamente con las actitudes políticas de la base de clientes de la marca.

Está claro que la opinión de un inversor que gana dinero cuando las acciones caen, hay que tomarlas con sus precauciones. Sin embargo, Spiegel no es el único que se sorprende por cómo se ha desarrollado la relación entre Musk y Donald Trump.

El inversor Ross Berger es un perfil totalmente diferente. Es un fiel inversor de Tesla desde hace muchos años y ha tenido una estrecha relación con el propio Musk. Pero la relación comenzó a romperse cuando el inversor relacionó la caída de las cifras de ventas de Tesla con el comportamiento de Musk. Un inversor que ha indicado que quiere desprenderse de sus acciones, e incluso vender su coche.

Según Berger «Ahora estoy pensando en vender el coche también. El apoyo a Trump no es compatible con mis valores y lo que defiendo. Las actitudes que expresa me colocan en una posición moral exigente. Conduzco una Cybertruck y ahora de repente se ha convertido en un camión MAGA (Make America Great Again)«. El lema de las campañas de Donald Trump.

El principal problema para Tesla es que su base de clientes es tradicionalmente más demócrata que republicano, ya que los primeros son más propensos a la compra de coches eléctricos. Por lo que erosionar a tus principales clientes parece una idea perfecta para perderlos.

Por otro lado, muchos analistas indican que las donaciones de Musk buscan hacer cambiar de opinión a Trump, al que daba por vencedor seguro, para que no elimine los 7.500 dólares de ayudas a la compra de coches eléctricos. Algo que los expertos indican que es un intento imposible ya que es una de las prioridades de la próxima administración republicana si llegan a la Casa Blanca.

Por lo tanto, si Trump gana, Tesla perderá las ayudas públicas, lo que le perjudicará, mientras que si gana su contrincante, Khamala Harris, se mantendrán las ayudas, pero la imagen de Tesla quedará marcada de forma irremediable tanto en Estados Unidos, como en todo el mundo.

Queda la posibilidad de que lo que busca Musk es precisamente la eliminación de las ayudas, para perjudicar a sus competidores. Unos rivales que tienen menos margen de beneficio y pueden tener un mayor impacto que una Tesla por delante en este aspecto. Algo que reduciría las ventas de coches eléctricos y que iría en contra del eslogan de la marca «Acelerar la transición hacia el transporte sostenible».