La nueva amenaza de las marcas chinas en Europa, y viene como consecuencia de los aranceles de la UE
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Publicado: 29/07/2024 12:17
La imposición de nuevos aranceles provisionales en Europa a la importación de coches eléctricos procedentes de China podría tener un importante efecto contraproducente que afectase a los fabricantes locales. Recordemos que marcas como BYD tienen que afrontar una tasa arancelaria adicional del 17,4%, Geely un 19,9%, SAIC un 37,6%… a lo que hay que sumar el 10% ya existente.
Estos aranceles se han impuesto en la UE, aunque de momento de forma provisional, como respuesta a las ventajas de precios de los fabricantes chinos con sus coches eléctricos. Sin embargo, como decíamos, estos aranceles no van a hacer más que acelerar la llegada de las marcas chinas, pero de una forma diferente.
La expansión de los coches eléctricos procedentes del gigante asiático ya ha comenzado y, aunque abarquen todavía menos del 10% del pastel europeo, se espera que la cifra crezca con el pase de los años. Si bien los aranceles van a obligar a las marcas chinas a incrementar sus precios o a reducir sus márgenes de beneficio, van a acelerar un proceso que sabíamos que tarde o temprano iba a suceder.
Según datos de BloombergNEF, en el caso del MG4 eléctrico, por ejemplo, la imposición de los nuevos aranceles provocarían que el margen estimado caiga del 25 al 1%. «Es poco probable que los precios de los modelos de marcas chinas cambien, ya que actualmente carecen del valor de marca para justificar un aumento de precio», comenta Matthias Schmidt de Schmidt Automotive Research.
La hora de la verdad para las marcas chinas
Ya lo hemos visto en el pasado con las marcas japonesas y surcoreanas, asentadas ya completamente en el mercado europeo gracias a que cuentan con sus propias instalaciones aquí en Europa. Esto les ha dado versatilidad, facilidades logísticas y adaptarse mejor a las necesidades del cliente del Viejo Continente. Ahora le toca a las marcas chinas.
El gigante Chery ya está establecido en Barcelona, donde ensamblará kits de coches de sus marcas OMODA y JAECOO en las antiguas instalaciones de Nissan en la Zona Franca, a un ritmo anual que podría alcanzar las 150.000 unidades para el 2029. Leapmotor, como última marca del conglomerado Stellantis, ya está fabricando unidades de su urbano eléctrico T03 en la planta de Tychy, Polonia. Y BYD, el fabricante número 1 de vehículos enchufables a nivel mundial, está construyendo en Hungría su nueva planta de coches eléctricos y realizará lo propio más adelante en Turquía.
Estas son solo las primeras muestras de una estrategia que se verá acelerada por los nuevos aranceles de la Comisión Europa. Los derechos provisionales se deberían anunciar antes del mes de noviembre, lo que acelera los planes de las marcas chinas para establecerse en Europa. «Los fabricantes chinos son extremadamente decididos. Siempre encuentran una manera de sortear un problema y una vez que han fijado un objetivo, encuentran una manera de alcanzarlo», asegura Alexandre Marian, CEO de la consultora AlixPartners.
Las necesidades de fábricas en suelo europeo por parte de las marcas chinas son la nueva amenaza para las marcas occidentales, que poco pueden hacer ante las intenciones de sus nuevos rivales y de los gobiernos europeos por atraer inversión extranjera, más que aprovecharse de la oportunidad y establecer nuevas asociaciones, igual que están haciendo en China. «Estamos decididos a seguir adelante con nuestro equipo de lanzamiento y con nuestra operación en Europa a corto, medio y largo plazo», asevera el presidente de Chery Europa, Charlie Zhang.
El objetivo último de las marcas chinas, al igual que sucedió con Toyota, KIA, Hyundai y compañía, es desarrollar sus propios proyectos de desarrollo, fabricación, investigación y distribución locales en nuestro territorio, para «convertirse en una empresa verdaderamente europea». SAIC ya está pensando cómo empezar a producir en Europa, y marcas como Volvo han acelerado también sus intenciones de traer la producción del EX30 a nuestro continente.