Las estaciones de carga perfecta existen. Carga ultrarrápida, pago con tarjeta y tarifas asequibles

Para lograr que la movilidad eléctrica logre expandirse más rápidamente, es fundamental contar con una buena red de recarga pública y rápida. España es un ejemplo de como no deben hacerse las cosas, con pocas estaciones, muy mal situadas, y con un universo de aplicaciones, llaveros o tarjetas para iniciar la sesión, además de precios desproporcionados. En algunos países de Europa, como Alemania, vemos ejemplos a seguir.

Se trata de la red del operador Sonnenstrom. Estos han diseñado una red con precios dinámicos que cobran al cliente según los costes en tiempo real de la electricidad. Cuando sube, es más cara, cuando baja, es más barato.

Una de las claves de sus bajas tarifas es que han apostado por el despliegue de importantes instalaciones fotovoltaicas cerca de sus estaciones, que alimentan unos parques de baterías que acumulan la energía cuando no es demandada por los vehículos, y la liberan cuando es necesario.

Un ejemplo es una estación que está situada en Egling, que en esta primera fase, que se ampliará posteriormente, consta de dos puntos de 160 kW, otro de 120 kW, dos de 22 kW y otro de 11 kW. 

Además, esta cuenta con un sistema de paneles solares que suman una potencia de 18.2 MW, que están conectados a un parque de baterías de 21 MWh, que permiten reducir el impacto de la estación en la red eléctrica.

Lo mejor de todo es que sus precios son muy competitivos. Como hemos dicho, son dinámicos, dependiendo del spot en ese momento, pero podemos ver en su web tarifas en carga en alterna a 160 kW con un máximo de 45 céntimos, una media de 36 céntimos el kWh, y una tarifa mínima de 30 céntimos en las horas de mayor aportación de la solar, entre las 10:30 y las 17:30.

Además, las estaciones con la etiqueta SOLARBONUS, como la que hemos descrito, están marcadas con una tarifa especial precisamente por el menor coste para la empresa, y que hoy sábado se mueven entre los 45 céntimos las horas más caras, y apenas 16 céntimos en las más económicas, que coinciden con el mediodía o las horas de mayor aportación de la solar.

Esto quiere decir que si cargamos un coche eléctrico con un consumo medio de unos 17 kWh a los 100 km en la tarifa económica, el coste de recorrer esos 100 km cargando en una estación rápida será de apenas 2.72 euros.

Si en cambio usamos el precio medio de hoy, 31 céntimos, el coste será de unos más que razonables 5.27 euros los 100 km.

Completa el conjunto un sistema de pago directo con tarjeta bancaria, que no discrimina entre usuarios registrados o no, ni entre clientes locales o turistas. Algo que facilita de forma importante la operación a los más nuevos en el mundo del coche eléctrico. 

Completan la oferta una característica que es uno de los principales déficits en España, y es la situación de la estación. En lugar de esconder los puntos en un emplazamiento al que hay que hacer una cátedra para encontrarlo, esta se sitúa en los aledaños de la carretera que une Egling con Wolfratshausen, y los conductores necesitan simplemente tomar la salida y entrar en el recinto.