El gran problema de las personas con movilidad reducida y los coches eléctricos, ¿cómo se soluciona?
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Publicado: 16/08/2024 11:23
La movilidad eléctrica debería llegar a todos los conductores posibles, sin barreras que lo impidan. Es cierto que, a día de hoy, hay ciertos obstáculos que se están corrigiendo poco a poco: los precios son demasiado elevados, la oferta de modelos pequeños es todavía muy reducida, la infraestructura de recarga tiene que crecer…
Sin embargo, hay una barrera adicional que solo sufren las personas con movilidad reducida y que únicamente se puede corregir si se tienen en cuenta sus necesidades a la hora de adaptarse a un vehículo eléctrico tal y como está concebido en la actualidad. Estos cuentan con una arquitectura que incorpora las baterías bajo el suelo del habitáculo, lo que plantea problemas en muchos coches eléctricos porque se reduce la altura interna y el espacio en la cabina, así como la capacidad de carga útil.
Si la industria del automóvil no actúa y tiene en consideración a los usuarios de sillas de ruedas y otras personas con movilidad reducida, a la hora de diseñar y fabricar vehículos eléctricos inclusivos, se corre el riesgo de que muchos conductores se queden atrás en la transición hacia este tipo de tecnología. Y no son pocos, porque en Europa hay más de 87 millones de personas con algún tipo de problema de movilidad.g
Los llamados vehículos eléctricos accesibles para sillas de ruedas, los eWAV, están obligando en la actualidad a este tipo de usuarios a optar por coches eléctricos más grandes de lo necesario. Y eso tiene una repercusión directa en ellos, ya que deben afrontar gastos mayores de lo que en realidad se ajusta a sus necesidades. Pero, ¿qué es lo que más valoran las personas con movilidad reducida y qué se esperan de los futuros eWAV?
Las investigaciones hablan de que el 82% de los usuarios de este tipo de vehículos preferirían un modelo pequeño o mediano, en vez de uno grande, pero esto resulta complicado cuando casi la mitad de los modelos eléctricos que tienen disponibles los conductores europeos corresponden a segmentos más grandes.
El antes mencionado problema de la ubicación de la batería y la instalación de los elevadores para las sillas de ruedas son las dos preocupaciones quizás más importantes. Pero hay otras prioridades a tener en cuenta: que tengan un fácil acceso a diferentes funciones en la parte trasera del vehículo, así como los controles electrónicos o automatizados del portón trasero y la rampa de acceso; que tengan buena visibilidad del entorno, así como aire acondicionado con mandos de fácil acceso, también atrás; un sistema de almacenamiento flexible; y una mayor inclusión en la cabina para poder comunicarse con el resto de pasajeros.
eVITA, un prototipo ideal
Hace no mucho, el estudio de diseño de Ian Callum dio a conocer un concepto de monovolumen eléctrico que estaba concebido para ser accesible en silla de ruedas. Se llamó eVITA y trataba de dar solución a muchas de las barreras que estamos comentando. Un vehículo eléctrico accesible, versátil, inclusivo, que venía a demostrar la necesidad de diseñar y fabricar vehículos eWAV siempre desde el conocimiento de causa de las necesidades reales de los usuarios y desde el mismo comienzo del ciclo de desarrollo.
El eVITA, desarrollado en colaboración y con los aportes vitales de Motability Operations, mide 4,52 metros de largo y prioriza en su diseño el espacio disponible en la parte trasera. Las baterías, de 50 kWh de capacidad, van montadas bajo la primera fila de asientos, mientras que la altura libre al suelo del vehículo es de apenas 160 mm. La autonomía eléctrica estimada sería de 322 kilómetros, con dos puntos de recarga, uno en la parte delantera y otra atrás.
Fuente | Automotive News Europe