Europa ya ha tomado una decisión sobre los aranceles definitivos a los coches eléctricos chinos

Se acerca la fecha en la que los países miembros de la Unión Europea votarán a favor o en contra de los aranceles que la Comisión Europea quiere imponer a la exportación de los coches eléctricos desde China. La investigación anitsubvenciones contra estos vehículos procedentes del gigante asiático determinó una serie de aranceles provisionales que comenzaron a aplicarse en julio.

En noviembre debe haber una decisión definitiva como muy tarde, por lo que la votación entre los bloques de la UE tiene que producirse ya sí o sí. Y parece que la fecha está al caer: este mismo 4 de octubre debería producirse la votación entre los 27 estados miembros, y los últimos rumores que llegan desde Bruselas apuntan a que la decisión está tomada.

La votación a favor de los aranceles definitivos por parte de Francia, Italia, Grecia y Polonia va a decantar la balanza en favor de los intereses de la Comisión Europea. Solo si una mayoría cualificada de 15 países que represente el 65% de la población de la UE vota en contra, entonces no se aprobarán estos derechos definitivos contra los fabricantes chinos. Sin embargo, la suma de estos cuatro países ya representa el 39% de la población europea.

La oposición alemana a este movimiento no ha tenido la suficiente fuerza en las últimas semanas, ni siquiera los esfuerzos de los políticos chinos con sus amenazas de reprimendas o su estrategia de dividir a los países miembros para sembrar las dudas. En el caso alemán, además, han sido los máximos responsables de los principales fabricantes del país los que han estado presionando para que Alemania votase en contra.

El CEO de BMW, Oliver Zipse, emitió un comunicado en el que avisaba que si se aprobasen estos aranceles adicionales a las marcas chinas, perjudicarían también a las empresas activas a nivel mundial en el gigante asiático, pudiendo provocar una guerra comercial de la que nadie saldría beneficiado. El CEO de Mercedes, Ola Kallenius, se expresó en la misma línea: «La UE debe buscar una solución negociada con China».

Dichas negociaciones no han cesado desde que se anunciaron los aranceles provisionales en el pasado mes de junio. Se están contemplando diferentes alternativas, como la aplicación de precios mínimos de importación en función de factores calculados según la autonomía, el tamaño o el sistema de tracción del vehículo. También establecer un límite de volumen, o buscar el compromiso de inversión de estos fabricantes en la Unión Europea, estableciendo cuotas durante un período de transición.

De no llegar a más acuerdos, los aranceles definitivos se aplicarían durante los próximos 5 años de forma adicional a los derechos de importación estándar ya establecidos del 10%. Estos aranceles definitivos van desde el 7,8% para los coches eléctricos fabricados por Tesla en China, hasta el 35,3% que deben afrontar fabricantes como los de SAIC, matriz de MG, entre otras.

Fuente | Automotive News Europe