California contraataca a Musk-Trump: Tesla, fuera de las ayudas públicas a los coches eléctricos
Tesla se quedará fuera de las ayudas públicas a la compra de coches eléctricos en California como castigo al apoyo de Elon Musk al final de las ayudas del gobierno central y su colaboración estrecha con Donald Trump.
Con la victoria de Donald Trump, Elon Musk ha pasado a ser una de las personas más poderosas dentro del futuro nuevo gobierno. Una posición que el magnate sudafricano ha querido usar retirando las ayudas a la compra de coches eléctricos por parte del gobierno federal. Pero el plan ha tenido un imprevisto con la propuesta del gobierno de California, el mayor mercado de Estados Unidos, de excluir a Tesla del nuevo programa de ayudas a la compra de coches eléctricos.
La propuesta, que todavía tiene que ser aprobada, ha sido presentada por el gobernador del estado, , Gavin Newsom, que ha indicado que esta sería una forma de mejorar la competitividad del mercado corrigiendo el desproporcionado peso que tiene Tesla, que ha llegado a superar el 60% de cuota de mercado de coches eléctricos en California.
Según Newson: «Se trata de crear las condiciones de mercado para que más fabricantes de automóviles se instalen«.
De momento, no se sabe si habrá otros grupos afectados por esta medida que sin duda es una respuesta muy preocupante para una Tesla que depende en gran medida de las ventas en California, donde domina con mano de hierro, con el 54% de las ventas de coches eléctricos en los tres primeros trimestres.
El problema es que las ventas de Tesla en este estado están en una fase de descenso. Tesla ha vendido 159.619 coches entre enero y septiembre, por los 182.689 unidades del pasado año, lo que representa una caída del 12.6% en un escenario donde las ventas de coches eléctricos han crecido un 1%.
Este se puede deber a varios factores, como el agotamiento del Model Y, que afronta sus últimos meses de vida ante de la llegada de la nueva generación, pero también por el desgaste que la marca Tesla está teniendo en uno de los estados más demócratas y más anti-Trump de Estados Unidos. Algo que la cercanía del propio Musk está suponiendo un lastre para la marca, que también cambió sus oficinas centrales de Palo Alto a Austin, Texas, por cuestiones impositivas.
De aprobarse la medida, Tesla perdería buena parte de su competitividad frente a unos rivales que están en fase de crecimiento de ventas, con KIA o BMW como los que más cuota de mercado están logrando captar.
Pero sin duda, el fondo de la cuestión es la batalla política que esta medida supondría para el gobernador, que se posicionaría como un referente de las posiciones progresistas, o menos conservadoras, frente a un dueto Musk-Trump, que amenaza con quitarse de en medio a la competencia por las malas.
Una noticia que ha impactado directamente en las acciones de Tesla, que han caído un 2.5% después de la presentación del borrador de una medida con mucho trasfondo político, que puede ser un punto de inflexión para una marca que se enfrenta a un momento crítico por la posible pérdida de su base de clientes más importante en Estados Unidos como es California.