EV Motors, socio español de Chery, usará componentes fabricados en Europa para evitar los aranceles
La marca española Ebro, propiedad de EV Motors, ha confirmado que apostarán por el uso de componentes de producción europea para sus coches que saldrán de la planta de Barcelona, para evitar los aranceles y mejorar su competitividad.
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Publicado: 19/11/2024 08:49
La semana pasada os contábamos como EV Motors, la empresa española que ha sido una de las que usarán la antigua planta de Nissan en Barcelona para fabricar coches, comenzará mañana la producción de sus primeros modelos de la mano de su marca Ebro. Una instalación que se ha marcado como objetivo el usar componentes procedentes de empresas europeas para evitar los aranceles de Europa a los vehículos chinos.
Así lo ha indicado el presidente de EV Motors, Rafael Ruiz, que ha dicho que el suministro con componentes locales reducirían los costes de importación y mejorarían la productividad, además de evitar los riesgos de sufrir aranceles si utilizan materiales llegados de China.
Este movimiento es doblemente importante, ya que la Unión Europea impuso el mes pasado fuertes aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos. Si bien los socios planean ensamblar los coches a partir de kits prefabricados en la planta de Barcelona, se deben cumplir requisitos mínimos de contenido para que se los considere fabricados en la UE.
De lo contrario, EV Motors podría seguir los pasos de otros fabricantes que intentaron «colar» coches fabricados con kits llegados desde China, como DR Automobiles, que ensamblan en suelo italiano vehículos producidos por marcas chinas como Chery, JAC y BAIC, tanto con tecnología híbrida enchufable, bifuel GLP e incluso totalmente eléctrica, y que ha sido sancionado por el gobierno transalpino con 6 millones de euros por intentar hacer pasar coches chinos por europeos.
Para evitar este problema, la marca de EV Motors, Ebro, ha dilatado el inicio de la producción del Omoda 5 eléctrico en Barcelona hasta el mes de octubre de 2025, e inicialmente, Ebro ensamblará kits prefabricados que llegan en secciones.
El año que viene, la fábrica abrirá una línea de producción “totalmente desmontada”, un paso más hacia la fabricación a gran escala que requerirá la obtención de muchos más componentes a nivel local, dijo Ruiz.
En ese proceso, las piezas vienen desmontadas y es necesario soldarlas, pintarlas y volver a ensamblarlas en el país de importación, y donde se incluirá un Omoda 5 eléctrico, que podrá ser comercializado sin el lastre de los aranceles.
La planta de Barcelona comenzará a funcionar con 200 trabajadores en dos turnos, a los que se añadirá un tercer turno en febrero. Para 2026, la empresa se ha comprometido a emplear a 1.250 personas.
“Queremos convertirnos en un referente en el sector y un ejemplo de éxito”, afirmó Ruiz.
Un movimiento que supone un espaldarazo a la industria automovilística española, en un momento donde las nubes negras asoman en otros mercados, como Francia, Italia o Alemania, donde las malas perspectivas, y los elevados costes energéticos, empujan a muchos grupos a cerrar o reducir producción, plantillas, o a deslocalizar parte de su producción.