Las ventas de coches eléctricos en Alemania tendrán que aumentar un 75% este año para cumplir con las normas de emisiones
Alemania ha visto como las emisiones medias de su flota han aumentado en 2024, lo que les obligará a dar un paso adelante muy grande este año incrementando hasta un 75% las ventas de coches eléctricos.
En 2024, las matriculaciones de coches eléctricos en Alemania cayeron más de una cuarta parte en comparación con el año anterior. Las emisiones medias de CO2 de los turismos aumentaron un 4,2%, algo que ahora, obliga a los fabricantes a hacer un esfuerzo incluso superior al esperado en cuanto a reducción de emisiones.
Según la legislación de la UE, los fabricantes tendrán que pagar multas si su flota de vehículos emite por encima de los nuevos límites, lo que para muchos, será un poderoso incentivo a la hora de lanzar coches eléctricos, pero también intentar venderlos en volumen.
La Asociación Alemana de la Industria Automovilística (VDA) ha publicado una nota de prensa en la que avisa que este paso atrás de los fabricantes europeos puede ser un duro golpe difícil de recuperar.
Sus estimaciones indican que las ventas de coches eléctricos a batería (BEV) en Alemania deben aumentar este año un 75% con respecto a las cifras del 2024, todo para que los fabricantes cumplan con los límites de emisiones de CO2.
El economista de la VDA, Manuel Kallweit, dijo que en 2025 se tendrían que vender unos 665.000 coches eléctricos puros en Alemania, lo que supondría una cuota de mercado de entre el 23 y el 25%.
Si se incluyen otras tecnologías, como los híbridos enchufables, el crecimiento interanual tendría que ser algo menor, el 53%. Pero en ambos casos, son cifras considerables teniendo en cuenta la caída de más del 25% del pasado año.
Esto quiere decir que para evitar multas, los fabricantes tendrán que aumentar sus ventas como mínimo un 53% este año, hasta el 75% más unidades en el caso de las marcas sin híbridos en su gama. Un reto extremadamente complejo que obligará a las marcas a poner toda la carne en el asador y dejarse de la absurda política de vender menos pero más caro.
Una situación que debería tener como resultado una guerra de precios en Europa, que no alcanzará a corto plazo la intensidad de la de China, pero si empezará a tener efecto en los precios medios de los vehículos.
Fuente | T-Online