El carsharing triunfa en Madrid, pero no en otras ciudades como Barcelona. Miguel Barquilla (Free2move) nos explica por qué

Corría el año 2015 cuando Car2go desembarcó en Madrid. Este servicio de carsharing rápidamente logró atraer a un gran número de usuarios, lo que animó a otros operadores a sumarse: Emov, ZITY, WiBLE… A día de hoy, la capital española se constituye como una de las mejores ciudades del mundo para esta forma de movilidad.

Un buen ejemplo de ello es la reciente ampliación del servicio de Free2move a los barrios de San Blas y Vallecas. Esta empresa, perteneciente al grupo Stellantis, es heredera de Emov (además, en 2022 adquirió Share Now, la antigua Car2go) y actualmente opera una flota de 700 vehículos en Madrid. Pero, ¿por qué el carsharing triunfa en esta urbe y no en otras como Barcelona? Para dar respuesta a esta pregunta, hemos entrevistado a Miguel Barquilla, Country Manager de Free2move para España.

FCE: Madrid es una de las ciudades de Europa en las que más éxito está teniendo el carsharing. ¿A qué puede deberse este fenómeno? ¿Tienen los usuarios españoles un perfil de uso diferente al de otros países?

Miguel Barquilla: Primero, hay un apoyo por parte del Ayuntamiento de Madrid otorgando una exención a los vehículos eléctricos, a los vehículos cero emisiones, para que puedan aparcar gratis en la calle. Nos ayuda bastante porque es un negocio relativamente nuevo en el que necesitas que haya apoyo, porque durante una serie de años está claro que una actividad tan intensiva en capital como esta y tan novedosa, pues es difícil hacerla rentable desde el primer momento. Si tienes que pagar por el aparcamiento en superficie, ya tienes un problema. Esa exención ha sido clave para poder operar en Madrid.

El apoyo municipal, clave para garantizar la viabilidad del carsharing

Madrid es una ciudad en la que se puede circular relativamente bien y, exceptuando la zona más central, es relativamente fácil aparcar. Aparcar en Barcelona, por ejemplo, es muy difícil. Y tampoco ha habido un apoyo por parte del Ayuntamiento para este tipo de actividades. Nosotros hemos hablado varias veces con el Ayuntamiento de Barcelona y no han estado muy a favor de este tipo de actividades, están promoviendo otro tipo de transporte.

La Empresa Municipal de Transportes [de Madrid] nos está abriendo espacios públicos para que nuestros usuarios puedan aparcar. Está el parking de Canalejas, el parking de Recoletos. Hay otro cerca del Bernabéu. Entonces, hay una serie de sinergias que se crean entre las distintas empresas, porque esto no es exclusivo nuestro, es de todas las empresas de carsharing.

Y luego, pues una cosa también muy positiva de Madrid es que no es una ciudad turística, es una ciudad con muchísima actividad económica. Concentración de población en unos pocos kilómetros cuadrados en los que hay actividad empresarial, servicios…

FCE: ¿Cuáles diría que son las ventajas que ofrece el carsharing en la movilidad urbana? ¿Es una forma eficaz de descongestionar el tráfico y ayudar a reducir la contaminación ambiental?

Miguel Barquilla: En esta ciudad [Madrid] hay una apuesta clara por las cero emisiones. Permitir aparcar a todos los vehículos cero emisiones […] ha marcado el tipo de vehículo que se destina al carsharing. Esto no pasa en ciudades como Milán o Berlín, donde los vehículos son de combustión.

¿Una alternativa al vehículo en propiedad?

Contribuimos notablemente a rejuvenecer el parque móvil, eso implica que nuestros vehículos tienen todos los sistemas de seguridad y ADAS que contribuyen a que sean más seguros. Contribuimos a que la ciudad sea más sostenible, racionalizamos el uso del espacio público, porque el vehículo de un residente puede estar aparcado fácilmente cuatro días en el mismo sitio. No olvidemos que tú no compras un vehículo y eso te da derecho a aparcarlo en la calle. Es un espacio público y debe ser compartido.

Tú llevas un vehículo [de carsharing] a Chamberí y […] en 20-30 minutos ha desaparecido. Esto hace que haya una rotación constante de vehículos. Por otro lado, otra de las cosas en las que hemos visto que contribuimos notablemente a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de la ciudad es que debido a que existen este tipo de alternativas, la gente se plantea si es racional o no este modelo de tener un coche en propiedad.

Puedo prescindir de tener un coche en el que tengo que pagar el impuesto municipal todos los años, el seguro o una plaza de garaje. Una serie de cosas que en el nuestro están incluidas: tienes el combustible, el seguro, todo incluido, no te tienes que preocupar de nada y si quieres vas con él y te vuelves de otra manera. O sea, lo dejas bien aparcado y te despreocupas.

FCE: ¿Está planteándose Free2move expandir su servicio más allá de las últimas ampliaciones?

Miguel Barquilla: Queremos expandirnos, estar en cuántos más sitios mejor. Entendemos que todavía hay mucho margen para la mejora y el crecimiento. Lo que no puedes es ir generando zonas en las que se te queden atascados constantemente los coches y en las que no haya rotación, porque eso hace que tu coste medio por viaje aumente estratosféricamente.

Imagínate pues ir a Boadilla. Lo que no puedes hacer es abrir todo Boadilla y que la gente pueda dejar el vehículo en cualquier punto porque no hay concentración suficiente. Entonces, el modelo a explorar es concentrar [el servicio] en unas calles, que los usuarios de Boadilla puedan ir todos a esa zona. Estamos en proceso de explorar eso, pero lo que nos está limitando es que tiene que haber un mínimo uso necesario para hacerlo viable.

Tenemos que ir poco a poco, porque cada vehículo que sacamos del centro disminuye la concentración y estamos dando un peor servicio en el centro de Madrid, que es donde está la mayor densidad de clientes. Es un equilibrio que debe hacerse cuidadosamente.

FCE: ¿Irá a más el negocio del carsharing en el futuro? ¿Es un modelo exportable a poblaciones más pequeñas que la capital?

Miguel Barquilla: A ver, tienes unos costes mínimos de estructura, necesitas tener unos centros de recarga, necesitas tener gente que esté veinticuatro horas, siete días a la semana cuidando de la flota y recargando los vehículos. Limpiarlos, repararlos, mantenimientos… Entonces, claro, hacer eso en una pequeña población con veinte coches no justifica tener a una persona destinada a esa población.

FCE: ¿Valencia, Zaragoza o Sevilla podrían ser ciudades en las que se podría implementar, o al ser bastante más pequeñas que Madrid es más difícil?

Miguel Barquilla: Lo dificulta, pero podría ser posible si hay apoyo municipal. Una de las cosas que más nos ayudan es tener plazas exclusivas de carsharing, que es una de las cosas que estamos promoviendo todas las empresas de carsharing a través de la Asociación de Vehículos Compartidos que creamos hace unos años. Esas plazas van a tener un movimiento constante de entrada y salida y no se van a quedar los coches ahí parados durante días.