Volvo se queda estupefacta por la relajación de las normas de emisiones en Europa

La decisión de relajar las medidas de reducción de emisiones en Europa ha causado división de opiniones entre los defensores, como Volkswagen, y los detractores, con Volvo a la cabeza que califican el cambio como nefasto.

Volvo se queda estupefacta por la relajación de las normas de emisiones en Europa
Imagen generada por la IA Dall-E

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Publicado: 12/03/2025 07:00

Varios fabricantes, incluidos el Grupo Volkswagen y Stellantis, han respaldado la decisión de la Comisión Europea de flexibilizar los objetivos de emisiones de CO₂, que este año se habían vuelto más exigentes. Una esperanza para empujar adelante a los grupos europeos en su apuesta por la electrificación, que la presión de los lobbys la connivencia de los políticos ha frenado. Una medida que no ha sido acogida por todos por igual, con una Volvo que se ha mostrado «sorprendida y frustrada» por este giro del guion.

Como recordamos, la Comisión Europea ha extendido de uno a tres años el período de adaptación para que los fabricantes cumplan con los nuevos límites de emisiones, 95 gramos de CO2 por km para la flota, tras conversaciones con la industria. Stellantis considera que esta extensión es positiva para mantener la competitividad de la industria automotriz europea, aunque sigue comprometida con los objetivos de reducción de emisiones y la transición hacia la electrificación.

Por otro lado, Volvo ha expresado su descontento con la decisión, argumentando que flexibilizar las normas podría ralentizar la transición hacia los coches eléctricos y afectar negativamente los esfuerzos para combatir el cambio climático. La empresa sueca, propiedad del grupo chino Geely, ha sido una defensora de políticas más estrictas en cuanto a emisiones y ha invertido significativamente en la electrificación de su flota.

Los distintivos ECO y Cero emisiones incluyen varios beneficios

Mientras tanto, la Comisión Europea reafirma su compromiso de que todos los coches y furgonetas nuevos vendidos en la UE sean de cero emisiones para 2035, manteniendo los objetivos intermedios para 2025 y 2030.

Sin embargo, la extensión del período de cumplimiento para los objetivos intermedios de 2025 ha sido duramente criticada por organizaciones como BEUC y Transport & Environment (T&E), que argumentan que esta medida reduce los incentivos para que los fabricantes fabriquen y produzcan en volumen coches eléctricos asequibles.

También ponen sobre la mesa un aspecto cuando menos curioso, ya que, mientras que los defensores de la relajación de las normas argumentan que les permitirá afrontar la transición energética con mayores garantías, desde diferentes organizaciones indican que esto socava la competitividad frente a China, que tendrá un acceso más fácil por la relajación de su competencia.

Una decisión de la Comisión Europea de flexibilizar los objetivos de emisiones de CO₂ que ha generado opiniones divididas entre los fabricantes. Mientras algunos la ven como una oportunidad para adaptarse mejor a las nuevas regulaciones sin comprometer su competitividad, otros, como Volvo, temen que esta flexibilización pueda retrasar la adopción de tecnologías más sostenibles en el sector.

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