
Europa explora su potencial en la extracción de litio para baterías en aguas termales
Neptune Energy ha iniciado en Alemania un proyecto piloto para extraer litio mediante tecnología DLE desde pozos de gas existentes. La iniciativa podría suministrar litio suficiente para 500.000 coches eléctricos al año con un enfoque que promete un bajo impacto ambiental.

Europa avanza en su objetivo de asegurar materias primas críticas para dar forma a los componentes clave de los coches eléctricos. El litio es uno de ellos, y ahora se ha puesto en marcha un nuevo proyecto piloto de extracción directa de litio en el estado federado de Sajonia-Anhalt. La iniciativa, liderada por la empresa energética Neptune Energy, busca obtener carbonato de litio de calidad para baterías a partir de aguas termales subterráneas, utilizando tecnología desarrollada por la empresa californiana Lilac Solutions.
El proyecto se encuentra en fase de pruebas y tiene previsto operar hasta el primer trimestre de 2026. De tener éxito, podría representar un paso decisivo hacia una producción local de litio a escala industrial, con capacidad para suministrar baterías a unos 500.000 coches eléctricos al año.
Litio: extracción directa desde pozos de gas existentes

La planta piloto se ubica en Steinitz, un distrito del municipio de Salzwedel. La extracción se realiza aprovechando pozos ya existentes utilizados para la producción de gas natural en la cuenca de Altmark. A través de ellos se accede al agua termal rica en litio, la cual es tratada directamente en contenedores modulares diseñados por Lilac Solutions.
Este proceso de extracción directa (DLE) no requiere evaporación ni minería tradicional, lo que permite reducir significativamente el impacto ambiental. El litio se separa del agua y se transforma en cloruro de litio, que posteriormente es procesado en un laboratorio local hasta obtener carbonato de litio de grado batería, con una pureza superior al 99,9 %.
Este no es el primer intento de extraer litio en Altmark. En 2024, Neptune Energy logró ya una primera producción piloto exitosa de carbonato de litio junto con la empresa tecnológica francesa Geolith, en cooperación con la ingeniería estadounidense KBR. Los resultados preliminares fueron alentadores, y dieron paso a la actual fase experimental, que amplía el uso de distintas tecnologías DLE para comparar rendimiento, eficiencia energética y sostenibilidad.
Según Dr. Andreas Scheck, director general de Neptune Energy Alemania, “los diferentes proyectos piloto nos permiten recopilar datos clave para seleccionar la tecnología más eficiente y respetuosa con el entorno”.
Litio: un recurso estratégico con proyección industrial

Las estimaciones geológicas apuntan a un potencial de 70 millones de toneladas de carbonato de litio en la región. Neptune Energy calcula que una explotación comercial a gran escala permitiría extraer hasta 25.000 toneladas anuales, lo que equivaldría a proporcionar material suficiente para medio millón de vehículos eléctricos al año.
Este volumen colocaría a Alemania como un actor clave en la cadena de suministro de litio europea, reduciendo su dependencia de terceros países y fortaleciendo su industria de baterías doméstica.
Pese a los avances técnicos, el proyecto no está exento de polémica. Desde que se anunciaron los planes en abril de 2024, más de 22.000 personas han firmado una petición online contra la extracción de litio en Altmark y la vecina región de Lüneburger Heide. Las críticas apuntan al posible impacto en los acuíferos, la biodiversidad local y la falta de transparencia en los planes a largo plazo.

Neptune Energy defiende que la tecnología DLE es significativamente menos invasiva que otros métodos de extracción, pero las organizaciones ecologistas piden más evaluaciones independientes y participación ciudadana.
A diferencia de muchas startups del sector, Neptune Energy no es un actor menor. La empresa es una de las principales operadoras de gas y petróleo en Alemania, con presencia en varias regiones del país. Sus accionistas son la estatal China Investment Corporation y dos gigantes del capital privado: Carlyle Group y CVC Capital Partners. Este respaldo le permite disponer de recursos suficientes para desarrollar proyectos a medio y largo plazo, y afrontar fases de producción industrial.
El acceso a litio es uno de los cuellos de botella críticos en la transición hacia el vehículo eléctrico. Actualmente, Europa depende en gran medida de importaciones procedentes de Sudamérica, Australia y China. Si se consolidan proyectos como el de Altmark, Alemania podría reducir esa dependencia y asegurar un suministro estratégico para sus fábricas de baterías y sus marcas automovilísticas.
El enfoque de extracción directa desde infraestructura ya existente (pozos de gas) representa una oportunidad para reconvertir zonas industriales con tecnologías limpias, además de minimizar la necesidad de abrir nuevas minas.
Fuente | Neptuneenergy