¿800 CV y tracción total bastarán para que nos enganche la Fórmula E?

Buscando aumentar su base de aficionados, que no termina de despegar como se esperaba, la Fórmula E está a punto de dar un salto evolutivo que podría cambiar el panorama del automovilismo eléctrico. Con la llegada de la nueva generación Gen4 para la temporada 2026/2027, la F1 eléctrica promete más potencia, agarre y velocidad que nunca, en un intento claro por atraer a un público más amplio.

Tras una temporada actual (la 2025/26) marcada por la introducción del Gen3 Evo, con tracción total en momentos puntuales, más potencia y mejor aerodinámica, la categoría ha comenzado a mostrar los primeros detalles técnicos de lo que será su próxima gran revolución. Y las cifras son más que interesantes.

Formula e 2026: 800 CV y tracción total permanente

El cambio más notable del Gen4 es el salto a la tracción total permanente, algo que hasta ahora solo se permitía durante las salidas, clasificaciones o en el modo Attack. A partir de la próxima temporada, todos los monoplazas contarán con tracción a las cuatro ruedas en todo momento, lo que permitirá aprovechar al máximo los 800 caballos de potencia que promete el nuevo sistema de propulsión. Es el doble de potencia que los actuales Gen3 en carrera, y más incluso que en modo Attack.

Con la entrada de Bridgestone como nuevo suministrador de neumáticos, se espera un compuesto mucho más adherente y específico para las necesidades de la competición. Además, los equipos podrán elegir entre dos kits aerodinámicos: uno para circuitos de alta carga y otro para trazados urbanos con curvas cerradas. Esto permitirá adaptar los coches a cada circuito y exprimir mejor las prestaciones.

Otra de las mejoras estará en la regeneración energética. El Gen4 podrá recuperar hasta 700 kW durante la frenada, lo que no solo mejorará la eficiencia, sino que permitirá carreras más dinámicas. Además, la Fórmula E seguirá apostando por los “flash charges” en boxes, que podrían superar los 600 kW actuales.

Según ha informado el medio Racer, el piloto de desarrollo James Rossiter ya ha probado un prototipo del Gen4 en el circuito madrileño de Jarama, donde se alcanzaron velocidades de más de 338 km/h en la recta principal. Una cifra que deja claro por dónde van los tiros.

La Fórmula E se prepara para su temporada más ambiciosa hasta la fecha. La pregunta ahora es si estos cambios lograrán por fin conquistar al gran público, o este seguirá dando la espalda a la competición eléctrica por excelencia.

¿Qué necesita la Fórmula E para despegar?

No es una respuesta fácil. Sin duda vivir a la sombra de la F1 es complicado y limita mucho los recursos a los que puedes acceder. Pero hay cosas que si deberían hacer. Por ejemplo, facilitar la visión de las carreras para las nuevas generaciones, con acuerdos con las grandes plataformas para las retransmisiones: Youtube, Twitch, Wechat, QQ…etc.

También habría que darle una vuelta a la cuestión de los equipos. Y es que si repasamos la lista, apenas hay nombres relevantes en el mundo del coche eléctrico. Marcas con pocas ventas y sin apenas repercusión, como DS, Jaguar, Maserati, Nissan. Actores totalmente secundarios que no atraen a los fans y clientes de los grandes nombres, y que incluso, en el caso de Nissan, todavía causan rechazo entre la base más fan por su pasado con las baterías del LEAF. Algo que no ayuda.

Añadimos la cuestión de la potencia. Está claro que los 800 CV para unos 840 kilos de peso es una cifra muy a tener en cuenta. Pero si hay en la calle coches eléctricos con más de 1.000 o 1.500 CV de potencia, es extraño que en la competición más importante los modelos cuenten con cifras de casi la mitad. Es algo puramente simbólico, pero ayudaría aumentar la potencia más allá de los 1.000 CV.

La conclusión es que la Fórmula E seguirá creciendo, pero no al ritmo esperado y corre el riesgo de cronificar su baja audiencia y repercusión si no da un paso adelante definitivo.