La baja demanda de coches eléctricos obliga a Volkswagen a parar la producción en plantas clave

Las grandes marcas europeas se ven forzadas a parar temporalmente la producción de sus coches eléctricos en Europa debido al exceso de stock, una demanda más débil de lo esperado y el impacto de los aranceles de Estados Unidos.

La baja demanda de coches eléctricos obliga a Volkswagen a parar la producción en plantas clave

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Publicado: 26/09/2025 11:06

La presión sobre la industria automovilística europea, especialmente sobre la alemana, se intensifica. La ralentización de la demanda de los coches eléctricos europeos y el aumento de stock están forzando a varios fabricantes a tomar medidas drásticas en sus factorías. Tras los anuncios de Stellantis, ahora es Volkswagen quien prepara paradas temporales en sus plantas clave de producción en Alemania.

El caso más significativo se encuentra en Zwickau, la mayor planta de coches eléctricos de Volkswagen en Europa. Allí se ensamblan modelos estratégicos como el ID.3 o el Cupra Born, cuya fabricación se trasladará en dos o tres años a Wolfsburgo. El centro de Sajonia lleva tiempo operando por debajo de lo previsto debido a una demanda de coches eléctricos más débil de lo esperado. Además, los nuevos aranceles de Estados Unidos afectan a las exportaciones del Audi Q4 e-tron, lo que añade presión sobre la planta.

Volkswagen Zwickau
Planta de Zwickau

En paralelo, Emden tampoco alcanza los niveles de producción planificados y mantiene conversaciones con el comité de empresa sobre posibles paradas adicionales. Hannover suspenderá la fabricación durante cinco días en otoño ante la floja demanda del ID Buzz y el T7 Multivan. Y en Osnabrück, la producción se reducirá al menos un día por semana hasta fin de año, con una semana completa de cierre en octubre. Allí la debilidad del segmento cabrio y la reducción de encargos de Porsche han dejado a la planta sin cargas de trabajo adicionales.

En contraste, Wolfsburgo vive una situación opuesta: los modelos de combustión como Golf, Tiguan y Tayron mantienen un ritmo elevado de ventas, lo que obliga a programar turnos extra hasta diciembre. De hecho, Volkswagen está recurriendo a trabajadores de apoyo desde otras plantas menos activas.

Una estrategia de contención

Stellantis-amenaza-3

El problema no es exclusivo de Volkswagen. Stellantis ya había adelantado que suspendería temporalmente la producción en varias de sus plantas europeas para ajustar el ritmo al mercado. En Italia, España y Alemania se han programado paradas de varios días o semanas. El objetivo es claro: controlar el stock acumulado y evitar costes innecesarios en un entorno de ventas más flojas de lo esperado.

Este tipo de medidas no solo reducen costes de energía o mantenimiento, también permiten realizar ajustes estructurales y revisiones técnicas de la maquinaria. Sin embargo, envían al mercado una señal clara: la transición hacia el coche eléctrico por parte de los grupos europeos atraviesa una fase de enfriamiento, al menos en el corto plazo.

Las cifras recientes de Stellantis ilustran el alcance del problema. Entre enero y agosto, las matriculaciones de coches eléctricos del grupo cayeron un 7,4% en Europa, con una pérdida de cuota de mercado que pasó del 16,2 al 14,9%. Mientras tanto, Volkswagen consiguió mantener una ligera subida de cuota, del 26 al 27%, confirmando una tendencia divergente entre ambos fabricantes.

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Resulta cuando menos curioso que Europa esté logrando récords de ventas de coches eléctricos, como hemos visto en el resumen de ventas de agosto, pero al mismo tiempo grupos como Volkswagen están acumulando stock y viendo como sus ventas se estancan, lo que les lleva a parar temporalmente la producción en muchas de sus fábricas. Algo que nos indican que están fabricando "por encima de sus posibilidades".

Una estrategia muy peligrosa que busca mantener los precios de los coches eléctricos altos, aunque sea abusando de la automatriculación, lo que añade más presión a sus concesionarios pero sin efectos reales en su implantación, ya que esos coches tienen que llegar a la carretera, y suelen hacerlo de la mano de importantes descuentos. Pero en el configurador siguen siendo "premium".

Mientras, los chinos avanzan con ofertas agresivas y más claras, lo que supone una alfombra roja a los fabricantes asiáticos que se aprovechan de la empanada total de los europeos.

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