
El CEO de Repsol denuncia la "extorsión" política y regulatoria de Europa al sector del automóvil
Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, afirma que los planes de Europa para prohibir la venta de coches térmicos en 2035 es una "extorsión" al sector que se revertirá en los próximos años.

Hace unos meses, Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, acaparó titulares debido a sus polémicas declaraciones sobre el diésel, la electrificación y la industria europea. "El denostado diésel salvó a este país", llegó a declarar durante la XVIII edición del Foro Empresarial de Gipuzkoa en referencia al apagón generalizado que sufrió nuestro país el pasado 28 de abril.
"Es nuestra responsabilidad moral seguir produciendo diésel para que los productos lleguen a los supermercados todas las mañanas, seguir produciendo gas para la actividad industrial [y] seguir produciendo queroseno para que incluso aquellos que lo denuestan sigan volando de vacaciones, de trabajo o para que los entornos tengan actividad turística. Tenemos la responsabilidad moral de hacer esto cada vez de forma más sostenible".
En su opinión, "necesitamos políticas energéticas con el foco en la energía y no subordinadas a la ecología. Necesitamos un menor número de leyes, de reglamentos, de ordenanzas, un menor número de directivas, un menor coste regulatorio para las empresas, que está lastrando la capacidad de inversión. Las políticas ecológicas radicales, que todo lo han impregnado, y la hiperregulación, empiezan a modificarse ligeramente en la dirección correcta".
Ahora, el directivo ha vuelto a criticar duramente el enfoque adoptado por Bruselas durante un punto de encuentro financiero para empresas organizado por Elkargi, llegando a calificar el objetivo de prohibir la venta de automóviles térmicos nuevos a partir de 2035 como un esfuerzo "político y regulatorio de extorsión" al sector del automóvil. En sus propias palabras, esta "catastrófica" decisión "se va a revertir", a pesar de que por el momento no parece que la Comisión Europea esté dispuesta a dar su brazo a torcer.

Europa sigue discutiendo sobre el coche eléctrico mientras China gana terreno
Imaz se muestra convencido de que la prohibición "no va a suceder". El consejero delegado de Repsol afirma que "todo el esfuerzo político de extorsión al sector de automoción va dirigido a que la emisión de dióxido de carbono baje a cero", pero si se optara por renovar el parque con modelos térmicos más eficientes se conseguiría una mayor reducción porque se venderían más coches nuevos. "Esto no se lleva a cabo porque la política energética está basada en ideología y va a fracasar".
Como ya hizo el pasado junio, también ha aprovechado la ocasión para señalar que la Unión Europea necesita "menos leyes, menos regulaciones y mayor simplicidad". Independientemente de la visión de Imaz, una cosa está clara: mientras el viejo continente discute sobre si el coche eléctrico es el futuro o no, la industria china cada vez gana más terreno y ya está preparando tecnologías como unas baterías de sodio que harán que los BEV (Battery Electric Vehicles) sean más asequibles que los ICE (Internal Combustion Engine).
Actores como Audi, KIA o Volkswagen se han mostrado en contra de revisar la prohibición de vender modelos térmicos en 2035. "Los sistemas de propulsión eléctrica por batería no tienen alternativa a largo plazo", declaraba recientemente Thomas Schäfer, CEO de la marca Volkswagen.
Fuente | El Periódico de la Energía


