
¿Se degradan rápido las baterías y cuándo compensa repararlas?Coches eléctricos: la mayoría de las averías de las baterías las cubre la garantía
Los problemas en la batería de los coches eléctricos son muy poco comunes y suelen detectarse dentro de la garantía del fabricante: muchas reparaciones son factibles y cubiertas por la marca. Un estudio profundiza sobre este tema y descubre que la mayor parte de las baterías que han pasado el periodo de garantía no suelen tener fallos de funcionamiento.

VoltFix es un taller especializado en coches eléctricos situado en la ciudad alemana de Norderstedt. Allí, los mecánicos especializados desmontan baterías de coches eléctricos y han visto que gran parte de estas no fallan, y cuando lo hacen casi siempre es por un pequeño problema de un componente puntual. Una situación que solucionan rápidamente y de forma económica frente al cambio de batería que mucha gente piensa que hay que realizar.
Este taller es una prueba gráfica de que el mito de que las baterías pierden rendimiento rápidamente y que su reparación no merece la pena es falso. Con solo cuatro técnicos, llegaron a gestionar todos los casos de garantía de baterías de una gran marca en Alemania. Y con más de 120.000 unidades circulando, su experiencia es representativa.
Las baterías de coches eléctricos no fallan tan fácilmente como se piensa. La mayoría de las averías que se registran suceden muy pronto (dentro de la garantía) o muy tarde, después de varios cientos de miles de kilómetros. Según los datos del taller, menos de una batería por cada mil vehículos acaba convertida en un caso de garantía.
Muchas veces el problema ni siquiera está en las celdas que dan forma a la batería, sino en componentes como sensores, sistemas de refrigeración o módulos de control. Es decir, elementos que no requieren sustituir la batería completa y que pueden reemplazarse con un coste razonable.
Problemas en las baterías: lo que dicen los expertos y lo que cuesta una reparación

Según los responsables del taller, los fallos reales suelen detectarse pronto gracias a los sistemas de diagnóstico integrados en los coches eléctricos, que emiten alertas si una celda comienza a degradarse fuera de lo normal. Si una viene defectuosa de fábrica, el deterioro se nota rápido y queda cubierto por la garantía.
Las garantías actuales cubren al menos ocho años o 160.000 km, asegurando un 70% de la capacidad inicial. Algunos modelos incluso superan esa cobertura.
En uno de los últimos casos analizados, una reparación consistió en cambiar un módulo de control cuyo coste de recambio fue de apenas 25 euros. A pesar de ello, la reparación ascendió a 3.500 €, debido a los estrictos protocolos del fabricante: reemplazo de tornillos, tapas del módulo y juntas, además de varias horas de trabajo para desmontar y volver a instalar la batería. El mayor coste en estos casos es la mano de obra.

Cuando el problema es más grave, como una celda o un módulo completo dañado, el coste puede aumentar hasta un tercio del valor de una batería nueva, es decir, unos 5.000 euros. Aun así, este tipo de intervenciones también suelen quedar cubiertas por garantía. Y fuera de ella, aseguran desde el taller, los costes son menores que los de un sistema de escape o una caja de cambios en un coche convencional.
En muchos casos, el miedo a un posible gasto excesivo no está justificado. A diferencia de lo que ocurre con motores térmicos, donde cambiar una correa o un sensor puede costar miles de euros, la reparación de componentes de un coche eléctrico no es necesariamente más cara, y en muchos casos resulta más sencilla.
Además, hay fabricantes que diseñan baterías modulares que permiten sustituir solo una parte, aunque otros todavía obligan a cambiar el conjunto entero. Eso sí, los casos donde hay que sustituir toda la batería siguen siendo una excepción. Algo que nos indica que la percepción negativa de las baterías es más cultural que técnica. La mayoría de averías se producen de forma predecible, y la industria ya cuenta con protocolos y soluciones para afrontarlas.
Fuente | Voltfix