
Para sorpresa de nadie, la empresa de taxis a hidrógeno de París se cambia a los coches eléctricos a batería
La flota de taxis de hidrógeno en París da un giro drástico: abandona el vector por coches eléctricos a batería por problemas como el incremento de precios, la falta de infraestructura, acusaciones de monopolio a los productores y la caída del fabricante McPhy.

La empresa Hype, pionera en taxis de hidrógeno en la región de París desde 2015, ha decidido abandonar sus vehículos dotados de una pila de combustible de hidrógeno en favor de taxis eléctricos a batería. Este giro estratégico responde a una subida descontrolada del precio del hidrógeno, la falta de una infraestructura y la quiebra del proveedor de electrolizadores McPhy, entre otros muchos imprevistos que suponen la muerte de esta iniciativa.
Los planes iniciales, como suelen ocurrir con estos proyectos, eran muy ambiciosos. Y es que el papel lo aguanta todo. Hype creció hasta unos 300 taxis a hidrógeno, con un fuerte apoyo público, y con el objetivo de alcanzar 600 en 2020 y 1.000 a medio plazo. Pero desde el principio la iniciativa estuvo plagada de problemas. Desde los económicos, con un coste del hidrógeno gris se ha duplicado desde 2021, la falta de suministro del prometido hidrógeno verde en la zona de París, que no tiene fecha de inicio, una situación que se acentuó tras la entrada de TotalEnergies y Air Liquide en el sector.

Hype acusa a TotalEnergies y Air Liquide de crear “un oligopolio” sobre el hidrógeno, controlando HysetCo, Hy24 y otros entes del ecosistema, lo que impide competencia y encarece el hidrógeno hasta cifras inasumibles. También cuestiona la transparencia de sus promesas de hidrógeno verde, con acusaciones de captar ayudas públicas con su promesa, pero sin llegar nunca a cumplirlas.
El golpe definitivo ha sido la bancarrota de la empresa McPhy, único fabricante francés de electrolizadores. Con proyectos ya avanzados, Hype se queda sin suministrador de piezas de repuesto y servicio técnico, lo que supone todo un golpe sobre la credibilidad de una alternativa bajo mínimos en el aspecto comercial.
Como alternativa, Hype estrenará varias cientos de taxis eléctricos a batería este mismo año. El objetivo es que, para 2030, París cuente una flota de taxis 100% eléctrica, lo que supondrá electrificar en torno a las 60.000 unidades contando taxis y VTC.
Un nuevo caso que pone sobre la mesa la ruina que es para los operadores que no reciben subsidios del gobierno la operación de flotas con vehículos a hidrógeno, cada vez menos competitivos frente a unos eléctricos que no paran de mejorar en prestaciones, bajar en precio y contar con mejor infraestructura de carga rápida pública.
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