
Ford se alía con Renault y utilizará la plataforma del R5 para revivir al Fiesta
Ford y Renault han anunciado un acuerdo de colaboración a raíz del cual la firma del óvalo utilizará la tecnología eléctrica de los del rombo para desarrollar nuevos modelos asequibles destinados al mercado europeo.

Ford ha anunciado por sorpresa un movimiento que nadie esperaba: una alianza estratégica con Renault para el desarrollo y la producción de dos coches eléctricos pequeños basados en la plataforma AmpR Small del grupo galo. El primero de ellos probablemente sea la esperada novena generación del Fiesta, que se discontinuó en 2023. Su llegada a los concesionarios está prevista para 2028. No está claro si el segundo será un urbano emparentado con el Twingo (Ka) o un crossover derivado del R4 (Puma).
Su producción se realizará en Douai (Francia), donde ya se ensamblan los R5, Mégane, Scénic, Alpine A290 y Nissan Micra. Al contrario que este último, los productos de Ford tendrán una estética altamente diferenciada de sus primos de Renault; por lo tanto, el Fiesta no se parecerá al R5. Además, también tendrán una "dinámica de conducción distintiva", con "ADN auténtico de la marca Ford".
Esta asociación forma parte de los esfuerzos de Ford por recuperar terreno en Europa. Las ventas de los Explorer y Capri, desarrollados en colaboración con Volkswagen, no están cumpliendo expectativas, lo que ha llevado a la firma del óvalo a recortar en hasta 1.000 puestos de trabajo la plantilla de su centro de Colonia (Alemania), que antes fabricaba precisamente el Fiesta.
Además, a finales del mes pasado Ford cesó la producción del popular Focus, una decisión que supondrá el cierre de su planta de Saarlouis (Alemania). Este modelo será reemplazado por un SUV compacto de la familia Bronco, el cual se ensamblará en Almussafes (Valencia), donde actualmente se hace el Kuga, cuya nueva generación está prevista para 2027.

La asociación entre Ford y Volkswagen se enfría
Recurrir a Renault permitirá a Ford regresar al segmento B de forma rentable, pues utilizar la plataforma del R5 para el Fiesta conllevará un enorme ahorro de costes. Además, la firma del rombo ofrece unos tiempos de desarrollo muy ajustados (el Twingo se finalizó en apenas dos años), algo que no ocurrió con los Explorer y Capri, que salieron relativamente tarde respecto a sus primos de Volkswagen.
No está claro qué ocurrirá con el acuerdo de colaboración entre Ford y Volkswagen, que también cubre áreas como los vehículos comerciales. En su momento se llegó a estudiar la posibilidad de utilizar la plataforma MEB+ del ID. Polo para el próximo Fiesta; sin embargo, finalmente se ha optado por la AmpR Small, probablemente por una cuestión de cronograma y rentabilidad.

"La asociación estratégica con el Grupo Renault marca un paso importante para Ford y respalda nuestra estrategia de construir un negocio altamente eficiente y preparado para el futuro en Europa", declara Jim Farley, CEO de Ford. "Combinaremos la escala industrial y los activos de vehículos eléctricos del Grupo Renault con el diseño icónico y la dinámica de conducción de Ford para crear vehículos que sean divertidos, capaces y claramente Ford en espíritu".
François Provost, su homólogo en Renault, señala que este acuerdo es una demostración de "la fuerza de nuestra experiencia en colaboración y nuestra competitividad en Europa". Con esta unión, Ford entrará de lleno en la lucha de los coches eléctricos de menos de 25.000 euros, recuperando además un modelo que durante casi cinco décadas ha sido un auténtico superventas en el viejo continente.


