
Casi nadie lo sabe pero las baterías de los coches eléctricos duran más de 20 años
Un estudio con datos de más de 10.000 coches eléctricos desmonta uno de los grandes mitos del sector. Las baterías apenas se degradan y mantienen el 64 % de su autonomía tras 20 años. Además, la tasa de fallos se sitúa por debajo del 0,5 %.

Uno de los grandes mitos en torno al coche eléctrico parece haber quedado definitivamente desmontado. Durante años, ha sido común escuchar que las baterías no aguantan más de unos pocos años y que su reemplazo es inevitablemente costoso. Sin embargo, nuevos datos recogidos por la firma telemática Geotab apuntan a una realidad muy distinta: las baterías de los coches eléctricos actuales están diseñadas para durar, y mucho.
Según este estudio, que se basa en el análisis de más de 10.000 coches eléctricos en circulación, la degradación media anual de las baterías es de tan solo un 1,8 %. Esto se traduce en una retención de autonomía de aproximadamente el 64 % tras 20 años de uso, una cifra que supera con creces la vida útil media de los coches de combustión.
Además, el informe destaca que las tasas de fallo de batería en los modelos fabricados en la última década se mantienen por debajo del 0,5 %. Es decir, la probabilidad de que un conductor se quede sin batería por un fallo catastrófico es extremadamente baja.
Cuidar la batería, clave para alargar su vida útil

El estudio también señala que la degradación no es completamente lineal. Suele ser más pronunciada en los primeros años y al final de su vida útil, con una fase intermedia de estabilidad. El clima también influye: temperaturas elevadas pueden acelerar el desgaste, por lo que evitar la exposición prolongada al sol y moderar el uso de cargas rápidas son prácticas recomendables.
En cuanto a los diferentes tipos de química de baterías, las basadas en níquel (como NMC y NCM) se benefician de mantenerse entre un 20% y un 80% de carga, aunque llegar al 100% o bajar del 20% mientras sea en un periodo corto de tiempo, por ejemplo en un viaje, tampoco les afecta. Las de litio-ferrofosfato (LFP) muestran una tasa de degradación menor, e incluso tienen mayor tolerancia a las caras y descargas profundas.
El coche eléctrico desmonta otro mito
La evidencia acumulada desmonta la idea de que las baterías son el “talón de Aquiles” del coche eléctrico y que hay que cambiarlas "a los cinco años" como dicen muchos trols por internet. Como cualquier otro componente, envejecen y se degradan, pero lo hacen de forma previsible y gradual.
La conclusión es que la mayor parte de las críticas al coche eléctrico están fundadas en mitos y leyendas urbanas, y esto no solo ha llegado para quedarse, sino que además demuestra tener una resistencia muy por encima de lo esperado y que los datos comienzan a confirmar.
Fuente | Geotab