Querían ser pioneros con su tecnología, pero ahora a nadie les interesan sus coches eléctricos

La transición hacia el vehículo eléctrico ha cambiado de forma drástica en los últimos dos años, con prácticamente todas las marcas reconsiderando sus estrategias. Sin embargo, hay algunos segmentos, como el de ultra lujo, en los que este cambio es mucho más complicado.

Querían ser pioneros con su tecnología, pero ahora a nadie les interesan sus coches eléctricos
Las marcas deportivas, de lujo y exóticas se encuentran con una realidad diferente a la esperada con el coche eléctrico.

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Publicado: 23/09/2025 13:23

No sabríamos decir ninguna marca, así a botepronto, que no haya corregido su rumbo en los últimos meses con la tecnología eléctrica como protagonista. Con el anuncio en Europa de que se prohibirían los coches con motor de combustión para el 2035, los fabricantes se apresuraron a lanzar promesas de realizar una rápida transición hacia el vehículo eléctrico. Sin embargo, la realidad de mercado les dio de bruces con la realidad.

Ahora, las marcas están dando una nueva oportunidad a los motores térmicos y, aunque no abandonan sus planes con las próximas generaciones de coches eléctricos, los híbridos, híbridos enchufables… deberían ganar más protagonismo en los próximos años. Sobre todo mientras no se aclare la situación en Europa, con los aranceles y con muchas otras incertidumbres.

En su momento pensábamos que las conocidas como marcas premium, marcas de lujo o marcas exóticas iban a tener una transición más favorable, al ser pioneras en el desarrollo de la tecnología avanzada. Estas llegan a un público más exclusivo, con mayor capacidad económica, pudiendo acceder a la exclusividad de modelos eléctricos que, acompañados de tecnología avanzada, iban a partir de precios más elevados. Pero como decíamos antes, incluso estas marcas se han percatado en qué dirección sopla el viento y están corrigiendo su rumbo de forma apresurada.

Porsche Taycan (1)
Marcas de lujo como Porsche, entre muchas otras, pronostican un bajo interés por la tecnología eléctrica.

Quizás el ejemplo más claro en los últimos meses lo hemos visto en Porsche, que lanzó su Macan eléctrico, y anteriormente el Taycan, con la esperanza de llevar la bandera del eléctrico por Europa. Sus ventas no han acompañado y los de Stuttgart, de capa caída en China y con los aranceles norteamericanos haciendo también mucha pupa, ya se están replanteando sus planes de futuro con los eléctricos. En un nivel muy parecido está Mercedes, cuya familia de modelos EQ tampoco ha recibido la expectación esperada y los alemanes llevarán a cabo una estrategia completamente distinta en los próximos años. BMW acaba de presentar la Neue Klasse, pero sus modelos térmicos no desaparecerán ni en el corto, ni en el medio, ni en el largo plazo.

Los tiempos han cambiado en apenas dos años, y firmas también como Bentley, Aston Martin o Lotus han visto cómo el verdadero interés de los clientes se dirige a los clásicos modelos de combustión y a los nuevos híbridos. «Hay una caída en la demanda de vehículos eléctricos de lujo, aún no es lo suficientemente fuerte como para respaldar una estrategia totalmente eléctrica. La electrificación sigue siendo nuestro objetivo, pero necesitamos que nuestros clientes nos acompañen».

Este último es un mensaje del CEO de Bentley, pero tranquilamente podrían ser declaraciones de cualquier marca de lujo europea. Todas ellas anticipan una débil demanda de coches eléctricos en los próximos años, y lo mismo sucede si miramos a un segmento todavía superior, el de los superdeportivos e superdeportivos eléctricos. Aquí marcas como Ferrari, Lamborghini, Rimac o Koenigsegg tienen sus dudas, aunque algunas de ellas (las dos últimas) ya han conseguido colocar en las carreteras algunas propuestas.

Los clientes de Lamborghini no quieren (todavía) un Urus eléctrico: así ha respondido la marca italiana
Lamborghini representa el sentir de las marcas de lujo y la incertidumbre con la tecnología eléctrica.

Ferrari está a punto de estrenarse, aunque los rumores apuntan a que, tras el modelo inicial que estará muy limitado en producción, el segundo eléctrico de Maranello tardará en reaparecer. Lamborghini, que lleva años empujando sus planes hacia el futuro, tampoco tiene claro qué hacer con el prometido Lanzador EV, que ahora podría quedarse en la tecnología híbrida enchufable.

No es que estas marcas no puedan desarrollar este tipo de coches, es que no hay interés en comprarlos, o al menos eso detectan las marcas: «Podríamos fabricar un coche totalmente eléctrico muy potente y rapidísimo, pero no se trata de lo que somos capaces de hacer, sino de cumplir los sueños de los clientes. Los clientes quieren motores de combustión interna», dijo no hace mucho el CEO de Lamborghini, Stephan Winkelmann.

El problema real reside en el cliente potencial de este tipo de marcas. Tan simple y llanamente como que estos no están interesados en lo que un coche de lujo o superdeportivo eléctrico ofrece. Quizás haya que esperar a que pase una o dos generaciones para que en el imaginario colectivo de los futuros conductores los vehículos eléctricos pasen a ser los deseados, y no esos modelos asociados al rugido mecánico, al olor de la gasolina… Cuestión de "interés generacional por los coches caros".

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