
“Queremos ser la primera marca china de coches eléctricos premium en Europa”
Xpeng busca hacerse un hueco en un mercado tan exigente como el europeo. Jackie Qiang, su máximo responsable en el Viejo Continente, explica los desafíos de adaptarse a un público muy distinto al chino y sus planes de futuro.

El desembarco de Xpeng en Europa no ha sido fácil. La marca china, nacida en 2014 con el objetivo de competir cara a cara con Tesla en su propio terreno, intenta alcanzar el éxito al Viejo Continente. Y lo cierto es que su crecimiento empieza a ser notable: en 2023 apenas matriculó 2.023 unidades, pero en 2024 alcanzó las 8.188.
Una progresión que, en palabras de Jackie Qiang, responsable europeo de la firma, marca el comienzo de un proyecto ambicioso: «Tenemos una visión: ser la primera marca china de vehículos eléctricos premium en Europa. No importa si tarda tres o cinco años, seremos pacientes», afirma.
Un cliente distinto al chino
La gran dificultad para Xpeng es que el consumidor europeo piensa y compra de manera muy diferente al asiático o al norteamericano.
«Nuestra ventaja básica es que nos posicionamos de manera muy diferente a los demás. Estamos muy orientados a la tecnología. Pero, para una nueva marca como la nuestra, siempre hay desafíos. Por ejemplo, las diferencias culturales», reconoce Qiang.
Ese contraste se ve incluso en detalles cotidianos. «En China o Estados Unidos todo el mundo quiere coches grandes. En Europa es diferente por el tamaño de los aparcamientos o por la forma en que están diseñadas las carreteras», explica el dirigente chino.
Consciente de que adaptarse es la clave, Qiang anticipa cambios de rumbo: «En el futuro también pretendemos ofrecer productos más adecuados a Europa, especialmente con vehículos más pequeños», anticipa.

El obstáculo de los aranceles
A esta adaptación se suma una traba inesperada: los aranceles europeos. Desde hace unos meses, los coches eléctricos fabricados en China deben afrontar un impuesto extra, en el caso de Xpeng este es del 21,3 %. Pese a todo, Qiang asegura que el cliente no lo ha notado.
«Sinceramente, fue un desafío. Pero habéis notado que en términos de precio para el consumidor final, nada ha cambiado. Así que, obviamente, sacrificamos nuestro margen. Es difícil por un tiempo, pero no durará para siempre», promete.
Pero, ¿cuál es la solución? Qiang lo tiene claro: tarde o temprano, habrá que producir en suelo europeo. «A largo plazo, necesitamos esta solución. Así piensa también nuestro fundador: cuando estás presente en un mercado, es una situación en la que todos ganan. No venimos a Europa a vender unos cuantos coches. Se trata de ser aceptado por los clientes locales», confirma.
Una empresa tecnológica antes que automovilística
Xpeng quiere diferenciarse no solamente en diseño o precio, sino también en innovación. El fabricante chino, que lidera las encuestas de satisfacción en Europa, trabaja en proyectos tan futuristas como los coches voladores o los robots humanoides, aunque todavía no hay una fecha clara para verlos en Europa.
«Nos aseguraremos de tener un buen producto, seguro y que brinde una buena experiencia. Y luego, tanto para Xpeng como para otros fabricantes de vehículos eléctricos, veremos qué es posible en la Unión Europea».
En China ya hay ciudades que están abriendo su espacio aéreo para pruebas de coches voladores. Europa, más cauta en lo normativo, será un terreno de desarrollo más lento, pero Qiang insiste en que el objetivo es estar listo para cuando llegue el momento.
Una cultura corporativa distinta
Lejos del modelo rígido de los fabricantes tradicionales, Qiang define la cultura de Xpeng como la de una startup. «Mantenemos las cosas simples, directas, tecnológicas y basadas en resultados. La semana pasada me reuní con nuestros distribuidores. No les pedí sus cifras de ventas. Les pregunté: “¿Qué podemos mejorar?”», desvela.
La estrategia pasa, por tanto, por construir una red sólida de confianza con concesionarios y clientes, incluso a costa de sacrificar márgenes a corto plazo.
Financieramente, la firma todavía no ha alcanzado beneficios, pero la tendencia es positiva. En el primer trimestre de 2024 las pérdidas ascendían a 170 millones de euros; en el mismo periodo de 2025 se redujeron a 80 millones, mientras la facturación casi se duplicó hasta los 2.000 millones.
El empuje procede sobre todo de China, donde Xpeng entregó 147.000 coches en los cinco primeros meses de 2025. Esto le permite situarse en el puesto 20 del ranking nacional, por delante de marcas como Xiaomi, Zeekr o NIO, y acercándose al gigante Tesla, que matriculó 202.000 unidades en ese periodo.
El futuro: el P7+ y más sorpresas
El próximo gran lanzamiento europeo será el sedán P7+, previsto para 2026. Pero no será el único movimiento. Qiang adelanta con cautela que este «llegará el año que viene, pero habrá otras sorpresas…».
El mensaje es claro: Xpeng no ha llegado a Europa para hacer pruebas tímidas, sino para plantar batalla en el segmento más competitivo del mercado eléctrico. O, como lo resume su máximo responsable: no es solamente vender coches, se trata de cambiar la percepción de lo que significa premium.