Ian Robertson, director de ventas de BMW, ha concedido una entrevista a la prensa alemana donde hace repaso a diferentes puntos de la actualidad del fabricante, y donde hace mención a los retos a superar por el coche eléctrico.
Para el Sr Robertson, las claves para un desarrollo más rápido de la movilidad eléctrica en Europa se basan en dos conceptos. Uno son las ayudas públicas. Un factor que se ha demostrado crucial en mercados como Noruega. Un estado donde los coches con motor de combustión tienen una carga impositiva muy elevada, mientras que los coches eléctricos están exentos.
Pero no sólo de ayudas se puede basar el despliegue del coche eléctrico. Para BMW de nuevo Noruega es el ejemplo. Un mercado donde además de fuertes incentivos, también cuentan con una extensa red de recarga pública. Unas condiciones que ha permitido que los modelos eléctricos superen de largo el 20% de cuota de mercado.[blocktext align=»center»]
El BMW i3 destaca en uno de los mejores meses para las ventas de coches eléctricos en Noruega [/blocktext]
Para el directivo de BMW, las ayudas públicas son una buena solución a corto plazo. Permiten la creación de una masa crítica que ayude al despegue de las ventas. Pero a medio y largo plazo además de un producto competitivo a nivel tecnológico y económico, es fundamental contar con una buena red de recarga.
De momento parece que la apuesta de BMW en el sector de los eléctricos y los híbridos enchufables está empezando a dar resultados. Después de un arranque algo tímido en 2013, con sólo el pequeño BMW i3 y el exclusivo i8, las ventas entraron en una línea descendente, hasta este año. En 2016 la ampliación de la oferta, y la actualización de modelos como el propio i3, ha incrementado de forma notable los pedidos.
En los seis primeros meses de 2016 ya se ha logrado alcanzar toda la producción de 2015. Un crecimiento que esperan continuar en 2017, cuando estiman se entregarán al menos 100.000 modelos eléctricos e híbridos enchufables.
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