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Mazda planea usar un motor rotativo como extensor de autonomía para coches eléctricos

Si por algo se ha caracterizado la marca japonesa Mazda a lo largo de los años es por su apuesta casi en solitario por los motores rotativos, también conocidos como motores Wankel. Su principal diferencia respecto a un motor de combustión clásico es el uso de rotores en lugar de pistones. Mazda dejó de fabricar este tipo de motor en 2012 tras la desaparición del RX-8, tras haberse ofrecido durante 45 años sin interrupción desde que fue presentado en el Cosmo Sport de 1967.

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Mazda presenta una patente de un motor rotativo que funcionará como extensor de autonomía de un sistema eléctrico

Ahora Mazda ha anunciado el regreso del motor rotativo a su gama para el año 2019, bajo la forma de un extensor de autonomía para su primer vehículo eléctrico. La elección de este tipo de motor probablemente se deba a una cuestión de espacio y peso, ya que los motores Wankel ocupan menos y son más ligeros que un motor convencional. Esta característica es muy ventajosa de cara a una configuración EREV (eléctrico con extensor de autonomía), pues conjugar un motor de combustión con uno eléctrico y sus baterías suele implicar un peso elevado.

Ya en el año 2013 la marca presentó un prototipo basado en el pequeño Mazda 2 que disponía de una mecánica eléctrica dotada de un extensor de autonomía mediante un motor rotativo. En vista de los buenos resultados obtenidos, la marca decidió continuar desarrollando esta solución atípica por su cuenta, pues el resto de rivales ha preferido dotar a sus EREV de motores de combustión convencionales, si bien en modelos como el BMW i3 se ha tenido que recurrir a un motor de moto para ahorrar espacio.

Se espera que este primer modelo de Mazda sea un compacto basado en la nueva plataforma modular que la marca está desarrollando en colaboración con Toyota. Su producción en un principio tendrá lugar en Japón, si bien no se descarta que pueda fabricarse también en Estados Unidos en una fabrica compartida con Toyota con el objetivo de esquivar aranceles, estrategia ya utilizada por Nissan en su LEAF.

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Fuente | Nikkei Asian Review

 

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