Toyota Motor, Mazda y DENSO Corporation han formado hoy un contrato para el desarrollo conjunto de tecnologías estructurales básicas para coches eléctricos. Un importante acuerdo que permitirá acelerar los proyectos de dos de los fabricantes más reticentes con este tipo de configuraciones.
Entre las motivaciones de esta alianza podemos encontrar aspectos como los cada vez más extendidos proyectos públicos que buscan reducir las emisiones contaminantes. Un nuevo marco que en muchos casos están empezando a obligar a una cierta proporción de ventas de vehículos eléctricos. Algo que empuja a las marcas a desarrollar gamas de motorizaciones cada vez más eficientes, y donde destacan los desarrollos en el sector del coche eléctrico tanto a batería, como mediante una pila de combustible de hidrógeno.
Un reto económico y tecnológico al que Mazda, DENSO y Toyota han decidido responder con el desarrollo conjunto de tecnologías destinadas a los vehículos eléctricos, que sean capaces de cubrir una amplia variedad de segmentos y tipos de vehículos para asegurar una respuesta flexible y rápida a las tendencias del mercado.
Este acuerdo abarca una amplia gama de modelos, desde pequeños vehículos industriales, turismos, todocaminos o camiones ligeros. El objetivo combinar los puntos fuertes de cada empresa, incluyendo la planificación de productos de Mazda, Las tecnologías electrónicas de DENSO y la plataforma Toyota New Global Architecture (TNGA).
La nueva empresa se ocupará de lo siguiente:
1) Investigación de las características (arquitectura común ) que definen el rendimiento óptimo y las funciones de los VE desde el punto de vista tanto de los componentes individuales como de todo el vehículo.
2) Verificación de la instalación de los componentes y el rendimiento del vehículo realizado por las características alcanzadas en el punto 1.
3) Examen del concepto óptimo para cada clasificación de automóvil con respecto a cada componente y cada tipo de vehículo realizado mediante la consecución de los puntos 1 y 2.
Unas sinergias similares a las que en su momento ha buscado la alianza Renault-Nissan con la adquisición de Mitsubishi. Unos movimientos que permitirán compartir gastos, y con ello acelerar los nuevos desarrollos y la puesta en la calle de nuevos modelos eléctricos.
Una estrategia que en el caso de la suma de Toyota, Mazda y DENSO, tienen también como objetivo crear una estructura de negocios que esté abierta a la participación de otros fabricantes de automóviles y proveedores. Algo que permitiría incrementar todavía más los ahorros y conseguir una producción más eficiente, y por lo tanto, menos costosa.
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Vía | Autonews
