La startup israelí Mobileye, propiedad desde el pasado año de Intel, acaba de firmar su mayor acuerdo de suministro de sus sistemas de conducción autónoma. Un contrato que supondrá la entrega de 8 millones de unidades y que supone un antes y un después para la compañía.
El acuerdo es una señal alta y clara de cómo los fabricantes y proveedores están acelerando la introducción de sistemas que automatizan ciertas tareas de conducción, como la conducción en carretera y el frenado de emergencia. Una alternativa para generar unos ingresos que se irán perdiendo de forma paulatina por la llegada de los coches eléctricos y su menor complejidad mecánica.
De momento se guarda total secretismo de cuál es el cliente. Sólo se ha indicado además del número de unidades a entregar, y que será una marca europea. Algo que no ha hecho más que alimentar los rumores.
La otra pista que ha proporcionado Mobileye es que este acuerdo supondrá el inicio de las entregas de sistemas en 2021. Fecha en la que se estima entrará en producción el nuevo chip de Intel, el EyeQ5, que permitirá alcanzar un nivel completo de conducción autónoma, nivel 4 o 5. Un modelo que sustituirá al Q4, que será presentado en las próximas semanas y que ofrecerá un nivel 3 de automatización.
Con este acuerdo Intel logra un importante respaldo a una decidida apuesta que el pasado año supuso el desembolso de 15.300 millones de dólares por Mobileye. Una adquisición que sorprendió a todos. Con esta compra, Intel quiere lograr una parte de un pastel que cada vez será más grande, y que desde la propia empresa norteamericana indican ya supone la existencia de 27 millones de coches de 25 marcas diferentes dotados de algún sistema de ayuda a la conducción. Un mercado que Mobileye controla en un 70%.
Desde Intel indican que para finales de 2019 esperan que haya en la carretera 100.000 coches dotados de su sistema de nivel 3, que permite alcanzar un elevado nivel de automatismo en circunstancias como la conducción en autovía sin necesidad de que el conductor preste atención a la carretera. Algo que si sucede por ejemplo con el Autopilot de Tesla, que de momento se queda en el nivel 2.
Para lograrlo desde Mobileye se indica usarán un sistema que combinará diferentes tecnologías. Además de cámaras, los vehículos estarán dotados de otros sistemas como mapas en alta definición, radares, y el láser LIDAR. Todo para lograr alcanzar un nivel 4 de conducción autónoma de una forma lo más segura posible.
¿Quién es el cliente de Mobileye?
La gran pregunta es quién es el fabricante europeo que ha firmado este importante acuerdo. Dado el volumen de la compra, y las fechas, muy posiblemente estemos hablando del grupo Volkswagen. Como recordamos, los alemanes arrancarán su programa de coches eléctricos de nueva generación en 2020, pero de momento sus coches parece que no montarán la tecnología de conducción autopilotada. Algo destinado a lograr el objetivo de lanzar modelos con precios lo más ajustados posible.
Por otro lado desde VW se ha indicado que no empezarán a vender coches autónomos hasta 2025. Una fecha que si hablamos de un nivel 5 puede ser bastante realista, tirando a conservadora y que coincide con unos objetivos de ventas de entre 2 y 3 millones de unidades al año. Pero eso no quiere decir que no vayan antes a lanzar propuestas limitada a nivel 2 y 3, y que usen la tecnología de Mobileye.
También tiene muchas posibilidades Renault. En 2019 presentarán la nueva generación de coches eléctricos, y muy posiblemente al igual que Volkswagen estos lleguen al mercado sin conducción autónoma ni autopilotada. De esa forma dos años después, en 2021, cuando está previsto arranque el suministro de sistemas desde Mobileye, realicen una renovación añadiendo esta tecnología.
Vía | Autonews
