En los últimos tiempos, los diferentes gobiernos de numerosos países de todo el mundo han comenzado a endurecer sus leyes anticontaminación para atajar de una vez por todas los problemas de polución de las grandes ciudades y frenar el cambio climático. Unas medidas que están siendo especialmente severas en Europa, donde tras el escándalo del Dieselgate de Volkswagen se han aprobado unos nuevos límites progresivos verdaderamente estrictos que en caso de no cumplirse tendrán como consecuencia directa elevadas multas para los fabricantes.
Esto ha tenido numerosas reacciones por parte de la industria automovilística. Si bien algunas compañías como Toyota o la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi no tendrán ningún problema para cumplir con los nuevos límites, lo cierto es que este no será el caso de la mayoría de los fabricantes, que se han visto obligados a acelerar sus respectivos programas eléctricos.
La situación más peculiar la encontramos en el grupo italo-americano FCA (FIAT-Chrysler), que al encontrarse sin apenas tecnología eléctrica debido a su política de congelar sus inversiones para sanear sus cuentas se ha visto obligada a llegar a un acuerdo con Tesla, cuyas ventas en el viejo continente se contabilizarán junto con la de FCA para que el gigante industrial no tenga que pagar las elevadas multas de la Unión Europea. A cambio de este movimiento, Tesla recibirá una jugosa suma de 2.000 millones de dólares.
Ahora, se ha sabido que tanto General Motors como FCA han estado comprando créditos de gases de efecto invernadero federales en Estados Unidos a Tesla, lo que supone una nueva fuente de ingresos temporal para la compañía californiana, algo que no le vendrá mal teniendo en cuenta que recientemente Elon Musk afirmó que de seguir las pérdidas al ritmo actual en 10 meses la empresa se quedará sin efectivo.
«General Motors y Fiat Chrysler Automobiles informaron al estado de Delaware a principios de este año que llegaron a sendos acuerdos para comprar créditos federales de gases de efecto invernadero a Tesla. Estos acuerdos representan el primer reconocimiento por parte de los fabricantes de automóviles de sus contactos con Tesla en busca de ayuda para cumplir con las nuevas regulaciones ambientales».
General Motors solicitó los créditos a Tesla a principios de 2019, mientras que FCA lo ha tenido que hacer ya en cuatro ocasiones en los años 2016, 2018 y 2019. Con estos movimientos Tesla ha ganado más de 2.000 millones de dólares en los últimos años, y a pesar de que la administración Trump está haciendo más laxos los límites, tanto General Motors como FCA están comprando créditos para protegerse de posibles cambios regulatorios en el futuro.
Fuente | Bloomberg
