Cuando todo parecía estar volviendo a la normalidad en el plano mediático para Tesla después de las semanas negras del pasado mes de junio, que llevó las acciones a un mínimo muy preocupante, ahora el fabricante norteamericano recuperaba su valoración bursátil y continuaba con su expansión internacional. Y eso a pesar de las cifras del segundo trimestre, que no fueron muy buenas en el aspecto económico.
Ahora una nueva noticia llega para poner en peligro la reputación de la marca californiana, que ha sido demandada por el gigante de la distribución Walmart, todo por culpa de los paneles solares de la división Energy.
Entre ambas compañías hay un importante acuerdo para el despliegue de sistemas fotovoltaicos en más de 240 tiendas. Un importante impulso a una división algo alicaída en sus cifras de negocio, y que ahora ha visto de nuevo como se frena su crecimiento.
Según un comunicado, al menos 7 de las instalaciones situadas en diferentes regiones han sufrido un incendio, lo que ha obligado a Walmart a desactivar todos los sistemas que ha puesto en marcha Tesla por cuestiones de seguridad. Una acción que además se ha acompañado por una demanda ante las autoridades norteamericanas.
Es importante indicar algo que muchos medios están dejando intencionadamente de lado, y es que estos incendios corresponden a instalaciones realizadas por SolarCity, y tienen en cuenta incidentes desde 2012. Antes de la adquisición por parte de Tesla. Algo que no evitará que los efectos los sufra la empresa de Palo Alto.
Lo peor de todo ha sido el resultado de los análisis realizados por los inspectores enviados por Walmart, que han determinado que Tesla «había cometido una negligencia generalizada y sistemática, y no había cumplido con los estándares de calidad de la industria en la instalación, operación y mantenimiento de sus sistemas solares«. Algo que les ha llevado a presentar una demanda ante un tribunal estatal de Nueva York.
Esto sin duda es un serio revés para una Tesla que desde su adquisición en 2016, había tratado de diversificar su negocio con la venta y alquiler de sistemas solares y baterías de almacenamiento, en un momento en el que particulares y empresas buscan la forma de reducir su factura energética y sus emisiones.
Una compra, que supuso un incremento del endeudamiento de Tesla en 2.300 millones de dólares, y que en su momento ha sido muy criticada desde diferentes partes. Algo que ahora de nuevo supone un dolor de cabeza para los de Elon Musk que a la mala prensa de los incendios puntuales en sus vehículos, pero muy bien cubiertos por la prensa, ahora debe sumar los incendios en los sistemas solares.
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