El Toyota Mirai fue lanzado al mercado en el año 2015 con el objetivo de convertirse en uno de los primeros coches de hidrógeno de gran producción del mundo. Sin embargo, debido a su elevado coste, a su limitada producción y a la casi inexistente red de hidrogeneras actual, sus ventas han sido a grandes rasgos testimoniales incluso en regiones como California.
Con todo, Toyota no se da por vencida en su apuesta por el hidrógeno, y mientras que fabricantes como Honda (que a día de hoy vende el Clarity Fuel Cell, uno de los pocos rivales del Mirai) han decidido congelar temporalmente el desarrollo de sus vehículos de hidrógeno para centrarse en los coches eléctricos a baterías, la marca japonesa lanzará la segunda generación del Mirai para el año 2020.
Este modelo ya fue adelantado hace unos meses por el Mirai Concept, un prototipo que mostraba una enorme evolución respecto a la primera generación: con 4,97 metros de largo (frente a los 4,89 metros de su antecesor), el nuevo Mirai será una berlina ejecutiva del segmento E capaz de rivalizar con el Tesla Model S, uno de los modelos más exitosos de la categoría.
Atrás quedan las limitaciones del primer Mirai: gracias al uso de la plataforma modular TNGA-N ya vista en el Crown, el vehículo disfrutará de un habitáculo de cinco plazas en lugar de cuatro; además, pasará de ser tracción delantera a tracción trasera, lo que le dará un comportamiento en un principio más dinámico que el de su antecesor.
La estética del vehículo será más convencional y esbelta, lo que le permitirá atraer a un mayor número de usuarios. Por dentro disfrutará de materiales de alta calidad, así como de equipamientos de última hornada como una pantalla táctil de 12,3 pulgadas con navegador, equipo de sonido JBL con 14 altavoces o retrovisor interior digital.
Con este enfoque lujoso, parece que Toyota quiere compensar el elevado coste de los vehículos de hidrógeno; sin embargo, el Mirai tendrá la competencia en casa: el Lexus LS, la berlina de representación del segmento F de la división premium de Toyota, comenzará a ofrecerse también dentro de poco con pila de combustible de hidrógeno.
Aunque todavía se desconocen sus características técnicas, el Mirai 2020 promete una autonomía un 30% superior, lo que debería permitirle llegar a alrededor de 650 km bajo el realista ciclo de homologación EPA. Si finalmente Tesla lanza el año que viene la rumoreada batería de 130 kWh para el Model S, posiblemente el modelo californiano supere la autonomía del japonés.
A pesar de que Toyota afirma que hasta la tercera generación del Mirai (prevista para mediados de la década que viene) los coches de hidrógeno no igualarán los costes de los híbridos, Johan van Zyl, presidente de Toyota Europa, tiene grandes expectativas para la segunda generación: de acuerdo con el ejecutivo, el vehículo llegará a las 30.000 unidades vendidas a nivel mundial a pesar de que la infraestructura de carga es limitada.
«La infraestructura no está suficientemente desarrollada para que podamos vender miles de unidades. Sin embargo, definitivamente vamos a vender muchas más que el primero. Nuestra idea es vender 30.000 a nivel mundial. Como portador de energía, tiene el potencial de jugar un papel muy importante en nuestro futuro mix energético. El hidrógeno es muy adecuado para camiones y autobuses, por eso es en lo que nos centraremos en Europa desde el punto de vista del producto. Ya hemos lanzado nuestro primer autobús, que hemos desarrollado junto con CaetanoBus en Portugal».
Fuente | Automotive News Europe
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