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Elon Musk confirma que están abiertos a vender sistemas de propulsión, baterías y software a sus rivales

En los últimos meses palabras como software ha sido motivo de pánico entre algunos fabricantes europeos. Un apartado que ha pasado de algo futuro a un verdadero reto presente en unos coches cada vez más tecnológicos y conectados. Ahora Elon Musk ha confirmado en su cuenta de Twitter que Tesla está abierta a vender su tecnología a sus rivales para acelerar la transición de la movilidad.

Según su mensaje, que contestaba un artículo en el portal Teslarati donde se hablaba del difícil momento de los fabricantes alemanes respecto al software y su retraso en aspectos como las baterías y los sistemas de propulsión eléctricos, Musk ha indicado que «Tesla está abierto a realizar licencias de software y al suministro de sistemas de propulsión y baterías. ¡Estamos tratando de acelerar la energía sostenible, no aplastar a los competidores!«

Sin duda este movimiento permitiría a las marcas tradicionales poder dar un salto adelante muy importante en aspectos como la eficiencia de sus sistemas de propulsión, que en la actualidad les obliga a instalar baterías de grandes capacidades para lograr autonomías que incluso de esa forma se sitúan por debajo de los modelos de Tesla.

Una mayor eficiencia supondría también un impacto en lo económico, ya que se puede fabricar más con menos, mejorando la densidad energética de los packs sin afectar a la autonomía.

El gran ganador de esto sería de nuevo Tesla, que se convertiría en suministrador de elementos clave como motores, baterías y sobre todo el deseado software, donde llevan más de 10 años trabajando y que ahora pueden sacarle más partido con su instalación en coches de la competencia. De esa forma Tesla lograría aumentar su flujo de ingresos con los derechos de uso de estas tecnologías, recuperando buena parte de lo mucho que han invertido en estos últimos ejercicios.

Pero sin duda, los grandes beneficiados de este tipo de acuerdos sería los consumidores, que no tendrían que elegir entre calidad de construcción, servicio post venta, y tecnología. Y es que a pesar de que Tesla está muy por delante en software y sistema eléctrico, está muy por detrás en calidad de materiales, ensamblado, y sobre todo en un sistema de tiendas y servicios técnicos con un funcionamiento muy mejorable y con una implantación muy dispersa.

También tendría un importante impacto en cuanto a reducción de emisiones, ya que de sumar fuerzas Tesla y los grandes grupos, se lograría mejorar la actual propuesta del mercado del coche eléctrico, lo que irremediablemente traerá consigo mayores ventas y más competencia para los coches diésel y gasolina. Algo que tiene como resultado menos coches contaminantes por nuestras calles.

Aspectos a los que podemos sumar una posible apertura de licencias del Autopilot, que es otro de los grandes avances de Tesla y que permitiría aumentar de forma importante la seguridad en las carreteras.

Una situación que podría resultar totalmente chocante desde el punto de vista industrial y comercial para Tesla, desaprovechar una ventaja tecnológica, pero que si encajaría en el objetivo que podemos leer en la página del fabricante americano de «acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible.»

Ahora queda por ver en qué se transformará este anuncio, y si Tesla convencerá a los grandes grupos de usar su tecnología, o estos preferirán continuar con su propia ruta y buscar la mejora de sus sistemas de forma interna tal como han hecho en su momento cuando en 2014 Tesla anunció la liberación de sus patentes, movimiento que no fue seguido por los grandes grupos.

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