Parece una escena sacada de Regreso al Futuro, o de un anuncio de la compañía. Pero la realidad es que esta semana Waymo ha comenzado en Phoenix sus primeros recorridos con coches autónomos sin conductor. Un momento que supone un hito tecnológico y que algunos usuarios han querido compartir en vídeo.
Esta inauguración comercial llega después de 10 años de trabajo de desarrollo de la tecnología, y la habilitación de la legislación local. En la práctica permite a cualquier persona en la zona descargar la aplicación y pedir un taxi sin un conductor. Una activación que llega además en un momento crítico por culpa de la pandemia que permitirá mejorar la distancia social en los desplazamientos en taxi.
Ahora el objetivo es lograr que la tasa de entre el 5 y 10% de viajes sin conductor acumulados hasta el momento en la fase de pruebas, aumente hasta el 100% a corto plazo. Algo que ha confirmado John Krafcik, director ejecutivo de Waymo, que ha enfatizado la importancia de este paso adelante en la búsqueda no sólo de seguridad sanitaria, sino también como forma de incrementar la seguridad en la carretera al eliminar el factor humano.
Lo más interesante es que la apertura al público general no tendrá que esperar demasiado, estando de momento sólo disponible para los usuarios de la App de Waymo One, y es que en las próximas semanas cualquier persona podrá reservar un viaje en un coche autónomo.
Un servicio que se espera se extienda a otras ciudades, lo que permitirá aumentar la experiencia y también la confianza de los clientes en una tecnología revolucionaria que parecía nunca llegaba a ponerse en marcha, y que ya podemos ver en funcionamiento.
Una conducción autónoma que será uno de los campos de mayor importancia para la industria del transporte durante los próximos años. La competencia en este sector será brutal, con gigantes como Waymo (Google), Cruise (General Motors), Argo (Ford-Volkswagen), Aurora, Nvidia, Uber, Lyft…Tesla.
Cada vez son más las empresas involucradas en el desarrollo de esta tecnología, que se irá estandarizando de forma escalonada en los vehículos de producción en masa con nivel 3 y 4, pero con una tecnología que como vemos en el caso de Waymo, puede llegar en unas determinadas circunstancias al nivel 5.
