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¿Es el coche eléctrico un Armagedón como dice la industria? Un estudio arroja luz sobre el asunto

Hace unas semanas ForoChochesEléctricos avanzó las controvertidas opiniones de Aki Toyoda, presidente de Toyota y de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón, en las que el dirigente vaticinaba que «el sistema colapsará» al tiempo que «Japón se quedará sin energía eléctrica en verano si los coches funcionaran con electricidad» como consecuencia de la llegada del coche eléctrico al mercado de masas.

Días más tarde, presidente del consejo de supervisión de Bosch, Franz Fehrenbach, llamaba a las «barricadas» a toda la industria del automóvil basada en los motores de combustión interna atacando a los legisladores de la Unión Europea, a los que recriminaba tener «una preferencia no justificada adecuadamente» por la movilidad cero emisiones que se está desarrollando «a costa del motor de combustión interna y del clima».

Ambos dirigentes elucubraban y sacaban a la luz, una y otra vez, el viejo mantra que acusa al coche eléctrico (BEV) de «no ser neutral climáticamente« como enfatizaba Fehrenbach.

Ahora, desde Italia, la sociedad RSE (Ricerca Sistema Energetico) especializada en la investigación del sector energético, retoma las declaraciones de Toyoda y analiza los diferentes puntos de vista de la industria del automóvil tradicional, para ver si sus acusaciones son verdaderas, fruto de informaciones sesgadas u otras motivaciones.

Contrastando los estudios

Para poder ofrecer un resultado veraz, la firma italiana ha contrastado los resultados de diversos estudios realizados desde 2015 por sus propios investigadores, con los datos de estudios realizados por fabricantes como Rimac o Volvo, así como de organismos oficiales entre los que se encuentra la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Que el automóvil a baterías no representa la solución completa al problema de la movilidad es algo de todos conocido. El propio concepto de movilidad comprende muchos aspectos, altamente complejos que engloban diferentes áreas con ramificaciones importantes en diversos sectores económicos y sociales.

Por este motivo, desde el RSE indican que “aún sabiendo que los vehículos eléctricos no son la panacea para todos los males”, puede ser una solución para un aspecto tan importante como las emisiones de gases efecto invernadero y dañinos para la salud de las personas.

Las emisiones del transporte ligero de personas son uno de los aspectos más relevantes a la hora de afrontar los retos de la movilidad en el siglo XXI y la sostenibilidad de las grandes urbes y áreas residenciales.

Desmontando el mantra

Conscientes de que en el terreno de las emisiones nocivas para el medioambiente y la salud de la ciudadanía el coche eléctrico supone un cambio de paradigma en la dirección correcta, en la sociedad de investigación italiana sorprenden las últimas declaraciones del presidente de Toyota y Bosch, puesto que los BEVpueden contribuir a reducir los impactos ambientales del transporte. Por eso es sorprendente que aún hoy surjan dudas sobre las ventajas ambientales de los vehículos eléctricos frente a los tradicional«.

En los resultados de su estudio los investigadores de RSE han corregido las estimaciones presentadas por el fabricante Polestar, que no terminaban de poner en muy buen lugar al coche eléctrico que, curiosamente, es la base de su estrategia comercial.

Para la firma italiana los datos propuestos por Polestar erraban al comparar vehículos que, en el caso del térmico, contaba con la mitad de potencia que la versión eléctrica. Además, para el RSE si se hubiera «corregido» el análisis del factor de producción que no comparaba la fabricación en el mismo establecimiento, así como otros parámetros, como el usar consumos reales.

Según el estudio italiano el punto de ruptura que presentaba Polestar de 50.000 km para que un eléctrico fuera neutral en emisiones se reduciría a 20.000 km, menos de la mitad respecto a las cifras aportadas por el fabricante.

El método propuesto

Para la firma italiana, una comparativa real debe tener varios componentes si se quiere verdaderamente conocer el ciclo de vida de un coche de combustión interna, respecto a un vehículo eléctrico.

En primer lugar se deben obetern las cifras reales de la combinación de fuentes de energía utilizada para producir la energía que recarga las baterías, pero sin olvidad (como está ocurriendo en muchos estudios) la combinación de utilizada para producir los automóviles.

Además se deben comprar equitativamente el rendimiento, potencia y comodidad. Junto con estos parámetros es imprescindible contar con la estimación del consumo energético durante la utilización de los vehículos.

Este dato debe ser lo más cercano posible al consumo real, evitando utilizar los consumos detectados durante los ciclos de homologación muy alejados en la mayoría de las ocasiones del consumo real. Este último caso es conocido en los coches eléctricos pero especialmente evidente en aquellos combustión interna.

Otro factos esencial para una correcta comparación son las emisiones de CO2 equivalente relacionada con la producción de baterías, que a menudo se sobreestima tanto porque se asume una producción realizada exclusivamente en China, o en contextos donde la fuente energética tienen un alto componente de uso de carbono en el mix energético.

El uso de estudios más antiguos que no recogen la transformación de las fuentes de energía en los diferentes países productores, es un truco de manual para poder obtener los resultados deseados.

¿Colapsará la red?

Una de las especialidades de la sociedad RSE es la gestión de redes energéticas y fuentes de producción. Las palabras de Toyoda debieron llamar la atención a los italianos que han querido arrojar luz sobre este asunto, ante las apocalípticas visiones de la industria tradicional del automóvil y de componentes.

Para los investigadores el coche eléctrico, más que poner en peligro el sistema eléctrico representan un elemento que ayudará a estabilizar los consumos llegando a ser un motor que impulse el uso y aprovechamiento de las fuentes renovables.

Para que esta oportunidad teórica se convierta en una aplicación práctica que impulse al conjunto del sistema eléctrico, desde el RSE apuntan al V2G (Vehicle-to-grid) como elemento esencial para una transformación de la forma en que usamos y consumimos la energía eléctrica.

Fuente | RSE Ricerca Sistema Energetico

Toda la info sobre el V2G

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